'La gala de los poderes' ha marcado un antes y un después en la casa de 'Gran Hermano'. Los concursantes han recibido poderes que nunca antes habían tenido en la historia del programa. Cada uno de ellos lo ha utilizado a su conveniencia y la casa se ha puesto patas arriba.
El azar decidiía que Manu recibiera el poder de la resurreción y Jorge Javier le explicaba en qué consistía: el DJ tenía la oportunidad de elegir entre todos los expulsados de la edición quién volvía a Guadalix como concursante de pleno derecho.
Todos ellos, incluido Ruvens, el último expulsado, se colocaban frente a él, que alucinaba con que todos ellos estuvieran allí: "Están aquí por tu poder", le explicaba el presentador. "Has elegido el objeto que contiene el poder de la resurrección. Eso quiere decir que gracias a él podrás devolver al concurso a un compañero expulsado ahora mismo", continuaba.
Jorge Javier pedía entonces a Manu que se colocara en el centro. Sin pensárselo dos veces comunicaba su decisión: Laura era su elegida. La hija de María José Galera volvía a convertirse así en concursante y preguntaba si podía abrazar a Manu. Ambos se fundían en un cariñoso y largo abrazo entre lágrimas.
"Podéis volver a la casa", les anunciaba Jorge mientras hablaban, entre otras cosas, del tinte que se había echado Manu en el pelo. Y, tras despedirse rápidamente del resto de expulsados, salían por la puerta con muchas ganas e ilusión de volver a convivir. Al verla entrar, el resto de concursantes alucinaban: "¡Qué fuerte!", gritaban continuamente.
No obstante, este poder, el poder de la resurrección, nada tiene que ver con la repesca. El resto de expulsados aún tienen otra oportunidad de volver a la casa. El poder de la repesca solo le pertenece a la audiencia. Los espectadores podrán decidir quién vuelve a la casa.
Elsa, Maite, Silvia, Vanessa, Lucía y Ruvens están en vuestras manos.
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