Después de disputar la prueba de inmunidad, los concursantes se han llevado una sorpresa. Un teléfono ha aparecido en el centro del salón. Nada más verlo, todos se han colocado alrededor de él y Jorge Javier ha aparecido en el pantallón para contarles el motivo: uno de ellos iba a disfrutar del privilegio de hablar con un familiar.
"Hoy cumplís 50 días en 'Gran Hermano'. Es muy duro estar tanto tiempo sin hablar con vuestros seres queridos. Ese teléfono será la clave. Tiene línea directa con vuestros familiares. Sonará una sola vez, el primero que lo descuelgue será el único que hablará con su ser querido. No hay contraprestación", ha anunciado el presentador.
En la siguiente conexión con la casa, tan solo siete concursantes permanecían alrededor del teléfono. Algunos habían tomado la decisión de no luchar por esa llamada y ceder el privilegio a otros. Pero los que aún quedaban, iban a darlo todo por conseguir unas palabras del exterior.
Jorge Javier ha levantado el teléfono y, en cuanto ha sonado en la casa de Guadalix, todos han salido disparados a cogerlo. Pero, ha sido tanta la intensidad, que el teléfono ha caído al suelo y con él, la mayoría de los que han corrido a por él: "¡Flipo con vosotros! ¡Qué brutos sois!", han gritado Violeta y Nerea.
Aunque todos se han levantado después de caer el suelo, Laura ha quedado tendida y pronto ha empezado a llorar doliéndose de la rodilla. Sus compañeros le han ayudado a levantarse y le han traído un poco de hielo. “Estoy jodi**. El dolor me da igual ahora mismo, yo necesitaba hablar con mi hermana. Me he hecho daño en las dos rodillas y en la espalda”, le ha contado a Jorge.
Finalmente, el afortunado en hacerse con el teléfono tras la caída monumental ha sido Jorge, que ha asegurado estar "muy nervioso": "Lo he pasado muy mal y lo necesito", ha explicado.