La 'Curva de la vida' de Laura dentro de la casa de 'Gran Hermano' desataba multitud de lágrimas en el plató del programa. Las primeras, las de su madre, María José Galera, al recordar la pérdida de una de sus hijas. Tanto dentro como fuera de la casa se empatizó con la historia familiar y al final Maite contaba algo de la suya.
"Para que luego la gente diga que no somos sensibles y tal... El sufrimiento se lleva por dentro. Ya está, no puedo", decía María José Galera completamente rota. Su hija Laura había contado en la casa lo mucho que extrañaba a su hermana, además de otros duros episodios que había vivido.
Al lado de María José estaba también Maite entre lágrimas. "Es una historia como tenemos todos. Todos somos personas, todos tenemos sentimientos... Es una niña tan dulce, tiene suerte de tener una gran madre y una gran familia. Ha sido muy valiente. No todo el mundo es capaz de contar su vida", reaccionaba en el plato.
Al decirle Jorge Javier que se había quedado con ganas de conocer más sobre la suya, Maite lloraba aún más y tras un sentido abrazo con María José, contaba algo por primera vez: "Es muy triste. Me ha hecho sentirme la mujer que soy hoy en día gracias a mi padre, que es el gran pilar de mi vida (...) Una madre es lo más bonito que puedas tener en la vida. Quienes podáis, valoradla y disfrutadla, porque yo con 14 años la perdí", confesó.
Por otra parte, Laura tuvo el apoyo en la casa de alguien inesperado y a la vez muy importante para ella. Aunque no podían tocarse, Elsa fue a Laura a decirle lo mucho que ella y Maite la querían y la apoyaban e incluso le aseguraban que eran como una "familia".