Con el paso de las semanas la convivencia entre los concursantes de 'Gran Hermano' está siendo cada vez más difícil. La última gran discusión la han protagonizado Laura y Javier cuando la casa ha tenido que elegir quién es el 'minisúper' para organizar las tareas que tiene que hacer cada uno.
"A mí me sacáis de la cocina y no hago nada. A mi Manuel tampoco me lo sacáis y a Edi tampoco. Si no me quieren en la cocina, a ver lo que comen", ha amenazado Laura cuando han empezado a debatir las tareas domésticas. Finalmente, Maica ha sido la elegida para organizar a la casa y se ha quedado muy sorprendida al escuchar a Laura.
Cuando todos se encontraban en la cocina, Laura ha advertido al resto de sus compañeros: "De la cocina no me mueven ni a mí ni a mi gente". Sin embargo, Óscar ha saltado en ese momento y ha criticado la actitud de la concursante: "La cocina es democrática como el resto de la casa y pertenece al pueblo".
La situación se ha vuelto totalmente inestable cuando Javier se ha enfadado de repente dando un golpe sobre la mesa de la cocina. El gallego le ha dejado las cosas claras a Laura: "¿Entonces para qué votamos? ¿Mandas tú en la cocina o mando yo? Si salgo yo se hará lo que yo diga, si sales tú haz lo que tú digas".
Laura se ha sentido muy incómoda con Javier y le ha dicho que bajase el tono de voz mientras discutían: "Te puedes bajar dos rayitas, para empezar. Haced lo que os dé la gana, ya está". Tras esto, el gallego le ha contestado de nuevo: "Me bajo lo que me sale de los... ¿Eres la mamá pato que tienen que ir los patitos detrás?"
La participante se ha tomado muy mal que Javier le hablase de esas maneras y se ha ido a la zona del jacuzzi a llorar: "A mí no me hables así". Ruvens y algunos de sus compañeros han ido a ayudar a su amiga, pero Laura no ha parado de llorar: "No me habla así mi madre, no me va a hablar así él, dando voces y gritos...."
Tras la fuerte discusión de la cocina, Javier se ha arrepentido de hablarle así a Laura y le ha ido a pedir perdón. Laura ha aceptado las disculpas del gallego y ambos han arreglado la situación. Sin embargo, Vanessa ha tenido una conversación en la habitación con su marido y le ha comentado que se había pasado con Laura.
Javier le ha comentado que sentía la necesidad de aclarar las cosas con Laura y no ha aguantado las contestaciones de la participante. "Hay que poner los puntos sobre las íes", le ha explicado a su esposa. Javier se ha ido relajando y la calma ha vuelto de nuevo a la casa de Guadalix de la Sierra.