En este último programa de ‘Got talent’ se ha vivido el que sin duda es uno de los momentos más emocionantes del talent show. Todo parecía tratarse de una nueva actuación, una audición más de alguien con la aspiración de ganar la octava edición de ‘Got talent’, pero no. Cuando el telón subía aparecía Risto Mejide sentado al piano y el teatro se caía en aplausos.
Risto, tras ocho ediciones de ‘Got talent España’, decidía por primera vez enfrentarse al jurado del programa y ser él quien se pusiera frente a ellos para escuchar su valoración. Edurne, Paula, Dani y Santi no podían creer lo que estaba a punto de suceder: Risto comenzaba a tocar y a expresar sus sentimientos de una manera realmente especial.
Muy emocionado, Risto Mejide comenzaba su particular actuación, una actuación en la que usando la historia de Bach y su segunda esposa como hilo conductor dejaba entrever el delicado momento personal por el que atraviesa:
“Llevo como sabéis muchos años en esto y siempre he pensado que si me subía aquí sería para dar un mensaje (…) En 1720 Johann Sebastian Bach vuelve de un viaje y cuando llega a casa le dicen que su mujer ha muerto (…) Algo pasa en menos de 17 meses para que aparezca otra vez en sociedad felizmente casado con una persona a la que prácticamente dobla la edad (…) Os cuento esto porque Bach demostró que cuando uno ama de verdad, aunque se equivoque, da igual la distancia que exista…”
El resto de miembros del jurado y el propio Santi Millán apenas podían hablar de la emoción. Edurne hacía un gran esfuerzo por articular palabra y le agradecía a Risto su valentía: “No sé si desde ahí ves mis lágrimas, estoy llorando de emoción, llevaba años diciéndote que quería verte subido ahí con un piano y por fin lo has hecho, solo puedo decirte que te quiero”.
Dani y Paula también agradecían a su compañero la generosidad de un momento tan especial y le mostraban su tremendo cariño: “Se podía decir de muchas maneras pero tú has elegido la mejor, enhorabuena”. Santi Millán por su parte conseguía emocionar a Risto con su escueta pero sentida valoración: “Has logrado que obra y mensaje vayan juntos, y eso yo no había visto todavía”.