Viene de Japón. Su nombre es Yukinko Akira. Ha salido al escenario acompañado de una mesa de mezclas colgando de su cuello. Además, un atril con papel en blanco. Con música de lo más animada y habiendo puesto al teatro a bailar, ha comenzado su número.
Cúter en mano, Akira realizaba cortes sobre el papel. Al retirarlos, aparecían figuras sobre un fondo negro. Pero ahí no acababa todo. El artista ha soltado el cúter para coger el rodillo y ha comenzado también a pintar.
Sin perder el ritmo en ningún momento, pedía calor al público, que se ha volcado con él. El resultado: un cuadro en toda regla de colores cálidos y sombras. Eso sí, después de todos los brincos que había dado, Santi Millán no ha dudado en refrescarle con una botella de agua.
“Eres mi hermano”, le decía Dani Martínez. “Es muy difícil lo que ha hecho”, comentaba Paula Echevarría. Risto no coincidía con sus compañeros. Aunque de poco servía, porque Akira conseguía los tres votos positivos del resto del jurado.