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La costa de Galicia alberga multitud de lugares que enamoran a los turistas: desde la playa de Las Catedrales en el municipio lucense de Ribadeo hasta la desembocadura del río Miño en el océano Atlántico, que se puede observar desde el mirador de Santa Trega en el municipio pontevedrés de A Guarda. Si quieres disfrutar de la gastronomía gallega mientras contemplas unas impresionantes vistas al mar al lado de un faro, existe un lugar en que te conquistará.
Faro Pequeno Taberna Atlántica (Carretera Faro Viejo Silleiro, 36309, Baiona, Pontevedra) es un pequeño restaurante que se inauguró en el verano de 2024 y que se encuentra al lado del antiguo faro de cabo Silleiro. Este rincón forma parte de la parroquia de Baredo, que pertenece al ayuntamiento de Baiona, ubicado al sur de la provincia de Pontevedra. Lo primero que llama la atención de este espacio es su ubicación privilegiada, con unas vistas panorámicas al Atlántico desde su terraza y ofreciendo la posibilidad de contemplar una puesta del sol para el recuerdo.
“En Faro Pequeno ofrecemos una combinación única de historia, vistas panorámicas al océano y una oferta gastronómica basada en productos locales del mar con un toque de fusión. Un lugar donde disfrutar de la calidez del servicio y la calidad del producto en un entorno mágico”, reza su página web, desde la cual se pueden realizar reservas. El negocio también acoge eventos, como degustaciones, jornadas gastronómicas y actuaciones musicales en directo. El horario de Faro Pequeno varía según el día de la semana: de 10:00 a 19:00 horas de domingo a jueves, de 10:00 a 0:00 horas viernes y sábado, y cerrado los martes.
Desde este restaurante en las Rías Baixas indican que cambian la carta cada semana. “Descubre platos que cuentan historias y disfruta de una aventura culinaria en un entorno incomparable. Cada visita al faro es una celebración de tradición, frescura y calidez”, se puede leer en la carta. Los clientes pueden pedir para empezar una tabla de jamón ibérico de bellota (19 euros) o pan tumaca (5 euros).
Los carpaccios están entre sus platos estrella. El carpaccio de reno (21 euros) lleva finas láminas de solomillo de reno, parmesano, rúcula y aliño de aceite de oliva virgen extra. El carpaccio de gamba roja (19 euros) está compuesto por gamba roja laminada con salsa de carabinero y cítricos. Por último, el carpaccio de vieira (19 euros) incluye vieira finamente cortada con aliño de soja.
Otro apartado de la carta de Faro Pequeno está dedicado al laterío, que da forma a platos elaborados a partir de productos de La Curiosa, una firma de conservas pontevedresa. Aquí se encuentran opciones como mejillones gallegos en escabeche (9,50 euros por entre 8 y 12 piezas), sardinillas en aceite de oliva con pimientos de Padrón (9 euros), zamburiñas en salsa de vieira “pescaderías” (10,50 euros), caballa canalla (8,50 euros), ventresca de atún claro al curri verde (9,50 euros) y berberechos (10,50 euros). También se sirven diferentes tipos de patés: bacalao con pasas y cebolla caramelizada (7,50 euros), bonito del norte con pimientos de piquillo (9,50 euros), pulpo a la marinera (8,75 euros), nécora (10,75 euros), atún claro con mostaza y miel (6,75 euros), centollo (10,75 euros) o huevas de merluza (10,75 euros).
Entre las especialidades que destaca el restaurante están los carabihuevos (21 euros), que son carabineros al ajillo con huevo frito y patata paja; el bocado atlántico (19 euros) con pan de cristal, gambón a la plancha, salsa tártara, tomate y lima; y las luritas marineras (18 euros), que van rellenas en su salsa sobre una cama de patatas chip. Además, dos de los productos gallegos por excelencia se unen en su pulpo á feira con tetilla (18 euros), combinando el pulpo a la gallega con queso denominación de origen Arzúa Ulloa gratinado y pimentón de la Vera. Otras opciones para los comensales son los calamares rebozados con emulsión de menta y ajo (15,50 euros) y la hamburguesa del faro (13 euros), una smash burger de vaca madurada con queso cheddar, tomate, cebolla y una salsa especial de la casa.
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