Hace solo unas semanas Jordi Cruz se subía al escenario de la gala de las estrellas Michelin al conservar sus tres estrellas en su restaurante ABaC. Sin embargo, hace solo un año el chef tuvo un pequeño bache en la ceremonia cuando perdió una de las dos estrellas Michelin que tenía otro de sus restaurantes, el Angle, también ubicado en Barcelona. Ahora, pasado el tiempo, Cruz se ha sincerado en una charla con Vicky Martín Berrocal sobre cómo han vivido eso en el restaurante durante estos meses.

Sin medias tintas, Jordi Cruz comentó en el pódcast ‘A solas con Vicky’ que respeta las decisiones que toma la guía gastronómica, aunque no oculta que para él perder una estrella Michelin en su restaurante fue toda una sorpresa inesperada. “Es la única vez en mi vida que Michelin me ha descuadrado”, le explicaba a su amiga durante la charla.

“No me decepcionaron. Jamás pondré en duda un veredicto, hasta los malos te sirven para mejorar”, confiesa el chef al hablar del momento en el que perdieron la estrella y cómo le sentó a él y al equipo. También reconoce que “Angle es muy lineal. Tiene el mismo equipo de siempre y es pequeñito. Lo que ha hecho es mejorar, quizá no mucho, pero sí desde que le dieron la segunda, y nunca ha bajado el ritmo”.

Aprovechando la conversación, Jordi Cruz también ha reflexionado sobre lo que verdaderamente significan las estrellas Michelin para un chef, su equipo y el restaurante. Y aquí es tajante: “Las estrellas no existen”.

Por supuesto, y como él mismo comenta, existe esa “placa que acredita que las tienes y que cada año se renueva”. La guía cuenta ya con unos 100 años de historia, lo que le aporta un gran prestigio a la guía y, por tanto, una enorme repercusión. “Es un premio que todos los cocineros queremos”, reconoce.

También habla de los inspectores que se encargan cada año de darle a forma a la guía Michelin. “Hay un jurado que se lo curra para que ese reconocimiento sea y se valore de forma real. No llegan a todas partes porque son humanos, pero donde van y evalúan, es así. Es un oficio duro y eso te motiva”, admite.

Ante otra pregunta que más de uno se hace cuando ve que un restaurante luce alguna estrella Michelin, la de si se gana más dinero cuando se recibe la distinción, Jordi Cruz es claro: “No lo sé”.

“Se gana reconocimiento y te ve más gente, pero también puede ser malo. Michelin te premia por lo que has hecho, pero a veces nos liamos, nos equivocamos y la cagamos. Hay que ir despacito, con pequeños pasos hacia delante, ninguno hacia atrás”, expone. Actualmente, Cruz cuenta con tres estrellas en ABaC, una en Atempo y otra en Angle.

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