En el mundo de la gastronomía, donde la precisión y la movilidad son esenciales, la historia del chef austriaco Peter Lammer destaca como una demostración de resiliencia personal, pero también de la capacidad transformadora de la tecnología. Tras sufrir un devastador accidente de moto que le dejó con una discapacidad del 80%, Lammer miró de cara a la posibilidad de tener que abandonar su carrera profesional y su pasión por la cocina. Sin embargo, gracias a una innovadora solución tecnológica, ha logrado regresar tras los fogones, inspirando a muchos en el proceso.
Hace aproximadamente una década, Peter Lammer sufrió un grave accidente de circulación en el que quedó severamente afectada su movilidad. A pesar de recibir múltiples cirugías y seguir durante años fisioterapia, su capacidad para estar de pie y moverse de manera independiente en la cocina seguía siendo limitada. Esta situación no solo suponía una gran amenaza para su carrera profesional, sino también para su identidad como chef.
La determinación de Lammer de continuar con su vocación le llevó a colaborar con su amigo Bernhard Tichy en el desarrollo de un dispositivo revolucionario: un asiento suspendido que le permite 'flotar' alrededor de su cocina. Este sistema, conocido como 'Standing Ovation', consiste en un gancho metálico en forma de 'C' suspendido en rieles instalados en el techo de la cocina. El asiento ajustable permite a Lammer desplazarse con facilidad entre las estaciones de trabajo, reduciendo la presión sobre sus piernas y liberando sus manos para que pueda cocinar.
De esta manera, y pese a que recuerda que “todos los expertos dijeron que nunca más podría trabajar de pie”, el chef ha podido seguir con su vida laboral, y continua cocinando en el restaurante Johaneskeller de Salzburgo. Además, el chef y su cocreador lo ofrecen en su página web, y además también prestan ayuda en caso de que alguien lo necesite.
Una historia que parecía trágica, pero que tiene un final feliz. Además, no se trata de un caso aislado. La tecnología ha demostrado ser una herramienta poderosa para facilitar la inclusión laboral de personas con discapacidad. Según la Fundación Adecco, el 64% de las personas con discapacidad pueden trabajar gracias a las nuevas tecnologías, que permiten superar barreras y desempeñar roles que antes eran inaccesibles.
Otro ejemplo inspirador es el de Ángel Palacios, un chef español que perdió la vista a los 37 años. Lejos de abandonar su pasión, fundó 'Cocinar a Ciegas', una asociación sin ánimo de lucro donde enseña técnicas culinarias a personas con discapacidad visual, demostrando que la gastronomía no tiene barreras.
Eduardo García, conocido como el 'chef biónico', es un chef estadounidense que, en 2011, sufrió una descarga eléctrica de 2.400 voltios mientras exploraba en Montana. Este trágico accidente resultó en la amputación de su mano izquierda. Lejos de abandonar su pasión, García aprendió a cocinar utilizando una prótesis y cofundó Montana Mex, una empresa de alimentación que ofrece salsas y condimentos naturales. Su historia de resiliencia ha quedado documentada en el film 'Charged: The Eduardo Garcia Story', que podemos ver en España a través de Apple TV.
Christine Hà, una chef estadounidense, perdió la visión debido a una enfermedad autoinmune. A pesar de este desafío, ganó la tercera temporada de 'MasterChef' en Estados Unidos, convirtiéndose en la primera concursante invidente en lograrlo. Su habilidad para crear platos excepcionales sin la ayuda de la vista ha inspirado a muchos y ha demostrado que las limitaciones físicas no son un obstáculo insuperable en la alta cocina.
Loretta Harmes, una joven chef británica, fue diagnosticada con el síndrome de Ehlers-Danlos hiperlaxo y gastroparesia, lo que impide que su estómago procese alimentos, forzándola a depender de nutrición parenteral. A pesar de esta condición que la obliga a permanecer conectada a una línea central hasta 18 horas al día, Loretta ha continuado dedicándose a su pasión por la cocina. Aunque ya no puede probar sus creaciones, comparte recetas y experiencias en sus redes sociales, inspirando a otros con su determinación y demostrando que las limitaciones físicas no son un obstáculo para seguir persiguiendo sueños.
La historia de Peter Lammer y otros chefs que han superado obstáculos físicos para continuar con su pasión subraya la importancia de la innovación y la adaptabilidad en el sector gastronómico. La implementación de tecnologías de asistencia no solo permite a los profesionales con discapacidad regresar al trabajo, sino que también enriquece la diversidad y la creatividad en las cocinas.
A medida que la tecnología avanza, es importante que todas las industrias, incluida la gastronómica, adopten estas innovaciones para fomentar entornos de trabajo inclusivos. La colaboración entre diseñadores, ingenieros y profesionales de la cocina es esencial para desarrollar soluciones que permitan a todos, independientemente de sus capacidades físicas, participar plenamente en el arte culinario.
Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.