Unos de los sándwiches más conocidos en el mundo entero por su facilidad y versatilidad, pues puede servir de aperitivito, comida, merienda y hasta cena, es el mixto o 'bikini' de toda la vida. Se hace en pocos minutos, casi no se mancha y es un plato perfecto para niños y adultos. Todo ello lo ha convertido en una elaboración exprés, llena de sabor y que con un poco de cariño y mimo puede quedar tan perfecto como el de una cafetería.
Tan solo tres ingredientes hacen falta para bordar una receta en la que el pan, el jamón y el queso se funde con la mantequilla que aportan un sabor y una textura única. Muchas veces las expectativas de la elaboración son muy altas, pues buscamos eses sabor inconfundible que aportan en las cafeterías a este magistral sándwich. Más allá de contar con ingredientes de primera calidad y de que la plancha esté bien caliente al poner el sándwich, los expertos aseguran que el detalle que marca la diferencia no es otro que: la temperatura de los ingredientes.
La impaciencia es el enemigo número uno en la cocina y en esta elaboración, los tiempos son la clave. No hay que fiarse de la temperatura exterior para pensar que está listo. Para ellos, lo mejor es cocinar el jamón cocido, con la plancha caliente y colocar sobre él la loncha de queso que sepáis que funde. Una vez cocinado ligeramente el jamón, el queso estará algo fundido y será el momento perfecto para ponerlo en el pan untar de mantequilla y cocinar por ambas caras haciendo algo de presión hasta que quede dorado a la perfección.
Preparamos los ingredientes y dejamos el queso y la mantequilla a temperatura ambiente.
Encendemos la tostadora y cortamos las rebanadas de pan.
Extendemos una fina capa de mantequilla por ambos lados de las tostadas.
Colocamos una loncha de queso encima de cada una de las rebanadas de pan.
Encima del queso colocamos el jamón y sobreponemos ambos panes, dejando el jamón en el interior.
Los colocamos en la tostadora ya caliente y los dejamos unos 5 o 6 minutos, dependiendo un poco de la tostadora.
Cuando están hechos los retiramos, los cortamos y lista nuestra cena rápida y fácil.
Los errores que cometemos con el sándwich mixto
Pan malo. Lo mejor es utilizar un pan artesanal, pues le dará un sabor y una consistencia mucho mejor.
El fiambre de jamón. Al ser una elaboración con solo tres ingredientes, cada uno de ellos es clave para no enmascarar sabores. Al igual que el pan, el jamón debe ser jamón cocido y no fiambre. El corte también es importante, cuanto más fino mejor, aunque haya que poner más lonchas.
Queso que no funde. Un buen mixto debe entrar por los ojos, el queso debe caer por el pan y eso solo se consigue con un buen queso que funda como el gouda, cheddar, gruyère, mozzarella o emmental.
Pocos ingredientes. Un abuena cantidad de queso y de jamón marca la diferencia.
No poner mantequilla. Este ingrediente le da ese toque crujiente y dorado tan característico.
Utilizar el horno. El horno seca el sándwich. Por eso la mejor opción es planchar el bocadillo en una sartén, con un peso encima o aplastándolo con una espátula, la sandwichera también es una buena opción.
Ser impaciente.El tiempo es clave en esta elaboración. Es importante que el queso esté bien fundido en el interior del bocadillo y que no quede ningún trozo de pan sin tostar.