Como todos los años cuando aprieta el frío comienzan a salir los abrigos del armario, las gripes y la época de sopas. El recetario español es muy amplio en platos de cuchara, lentejas, cocidos, sopas de verduras y la maravillosa sopa de ajo son solo algunas de las opciones que tenemos para ayudar a nuestro cuerpo a coger fuerzas, calentarse y combatir la gripe.
La sopa de ajo es un plato tradicional español con raíces históricas profundas que vio la luz como una comida humilde y económica, ideal para los días fríos. Solía ser un plato único en las familias de las clases trabajadoras por su simplicidad y los ingredientes asequibles, principalmente el ajo y el pan, que siempre estaban al alcance de todos.
Como muchas recetas, la sopa de ajo ha evolucionado y se ha refinado, adoptando variaciones regionales y convirtiéndose en un plato apreciado en la gastronomía española. Muchos son los cocineros con estrella que han sacado su versión de semejante plato, como es el caso del chef Martín Berasategui.
La receta de la sopa de ajo de Martín Berasategui es muy sencilla, con la preparación del ajo y la guindilla cayena. A continuación, se añade pan troceado, se rehoga, y luego se incorporan ingredientes como el pimentón dulce, pulpa de pimiento choricero y tomate frito casero. Tras mezclar y sazonar todo esto, se añade agua caliente y se deja cocer. ¿El truco de esta receta? No quedarnos cortos con el ajo y utilizar pan sopako, típico del País Vasco, de hecho, su nombre significa ‘para sopa’ en euskera.
Ingredientes
Preparación
Además de no quedarse corto en la cantidad de ajo y quitarle el corazón es muy importante conocer los tipos de ajo que encajan a la perfección con la elaboración de esta receta. Cada ajo tiene su sabor e intensidad característica, por lo tanto, la elección es tan personal como gustos hay.
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