Cómo elegir los colores de la cocina para que mejoren tu estado de ánimo

La elección de colores en la cocina puede llegar a tener un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y bienestar psicológico. Son diversos los estudios y expertos, en este caso hemos consultado con los expertos de Línea 3 Cocinas, tanto en diseño, como en la teoría y psicología del color que coinciden en que las tonalidades que elegimos para nuestros espacios de vida pueden influir en nuestras emociones y comportamientos diarios. Te ayudamos a elegir los colores adecuados para tu cocina y cómo esta decisión puede contribuir a mejorar tu estado de ánimo.

La Psicología del color en la cocina

La teoría del color estudia cómo diferentes colores interactúan entre sí y cómo los percibimos. Esta nació de la mente de Isaac Newton y determino que de los colores rojo, azul y amarillo son los colores primarios y de los que nacen los demás colores. A su vez, la psicología del color afirma que los colores afectan nuestras emociones y comportamientos. Por ejemplo, los colores cálidos como el rojo, el naranja y el amarillo son conocidos por su capacidad de aumentar el apetito y la energía. Estos colores se asocian con la comida y la energía, lo que los hace ideales para espacios donde se preparan y consumen alimentos.

Por un lado están los colores análogos, que están próximos entre sí en la rueda de color, que dan sensación de armonía. Un buen ejemplo de esto serían los colores cálidos y los fríos, que además tienen la capacidad de potenciar distintas sensaciones en cada caso. Por ejemplo, en el caso de los colores cálidos:

  • Rojo: Aumenta la energía y el apetito, hasta el punto de que suele ser el más utilizado entre empresas de comida rápida. Debe usarse con moderación ya que en exceso puede provocar irritabilidad.
  • Naranja: Estimula la creatividad y la sociabilidad, promoviendo un ambiente alegre y acogedor.
  • Amarillo: Se asocia con la felicidad y el optimismo, creando un ambiente alegre y lleno de energía, aunque debe usarse con cuidado para evitar la fatiga visual.

Si nos vamos al extremo opuesto, el de los colores fríos, encontraríamos las siguientes sensaciones:

  • Azul: Induce calma y serenidad, ideal para crear un ambiente relajante. Sin embargo, puede disminuir el apetito, por lo que se recomienda usarlo en combinación con colores cálidos. Se utiliza en los hospitales de forma habitual.
  • Verde: Relacionado con la naturaleza y la tranquilidad, reduce el estrés y promueve una sensación de calma y se asocia con la mejora de la digestión, por eso lo vemos a menudo en anuncios de comida sana.
  • Violeta: Fomenta la creatividad y la introspección, aunque en exceso puede generar una sensación de opresión.

Si buscamos el contraste al elegir el color de nuestros muebles de cocina, lo suyo sería optar por colores complementarios, que son los que se encuentran en extremos opuestos del círculo cromático. En caso de que nuestro objetivo sea encontrar una combinación más inesperada, podemos optar por una tríada de colores, que serían los colocados en los extremos de un triángulo equidistante imaginario dentro del círculo - por ejemplo el naranja, azul oscuro y verde claro -.

Aspectos a tener en cuenta al elegir color para tu cocina

El tamaño de la cocina y la cantidad de luz natural y artificial disponible son muy importantes a la hora de configurar nuestra cocina. Los colores claros como el blanco o el cachemir, con suelos de colores veis o tostados, pueden hacer que un espacio pequeño parezca más grande y luminoso, mientras que los colores oscuros pueden hacer que una cocina grande se sienta más acogedora y cercana.

El color de la cocina también debe reflejar el estilo personal y el uso que se le dará al espacio. Por ejemplo, una cocina utilizada para reuniones sociales puede beneficiarse de colores cálidos y energizantes, mientras que una cocina en la que se busca tranquilidad puede decorarse con tonos más suaves y relajantes.

Los colores neutros como el blanco, el gris y los tonos tierra pueden servir como base, permitiendo añadir toques de color mediante accesorios y detalles decorativos. Esto no solo crea un ambiente equilibrado, sino que también permite ajustar la paleta de colores según las estaciones o las tendencias sin necesidad de una renovación completa.

En cocinas abiertas, es conveniente utilizar colores distintos para delinear áreas específicas, como la zona de cocción, el comedor o la isla central, prestando atención no solo a los muebles, sino también a los electrodomésticos para que muestren cierta uniformidad. Podemos probar a añadir colores vibrantes en pequeños detalles como electrodomésticos, utensilios o cojines para sillas lo que nos permitirá actualizar el aspecto de la cocina fácilmente sin tener que entrar en operaciones más complicadas.

Elegir los colores adecuados para la cocina no solo mejora la estética del espacio, sino que también puede influir positivamente en nuestro estado de ánimo y bienestar. Los colores cálidos y energéticos son capaces de estimular la actividad y la interacción, mientras que los tonos fríos y suaves contribuyen a promover la calma y la relajación. Al tener en cuenta factores como el tamaño de la cocina, la iluminación y el estilo personal, es posible crear un ambiente que no solo sea funcional, sino también acogedor y emocionalmente beneficioso.

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