Dice la Real Academia de la Lengua Española que la primera vez que está documentado el uso de la palabra cazalla es en el siglo XVII, en concreto en la comedia 'El premio del bien hablar', de L. de Vega Carpio. Su significado entonces ya era el actual: bebida alcohólica obtenida por destilación de anís y de color transparente. Y aunque su origen etimológico está en la conversión del nombre de la localidad sevillana de Cazalla de la Sierra, su corazón está, al menos actualmente, en la Comunidad Valenciana. Pocas cosas delatan más a un valenciano que la cazalla.
Cazalla, cassalla o caçalla, según quien hable, pero siempre se tratará de la bebida procedente de destilar anís. Un licor muy popular a lo largo del Levante que ha hecho fortuna, en buena medida, gracias a su sencilla elaboración. En especial en algunas comarcas de la Comunidad Valenciana donde es muy habitual que se tome con motivo de cualquier festividad, aunque también es común que se beba de manera más o menos casual, incluso mezclada con moscatel, mistela o agua.
De hecho, el arraigo cultural de esta bebida en la zona levantina es tal que aparece mencionada en bastantes canciones e incluso, en este pasado otoño, se ha celebrado la primera feria de este licor. En ella se pretendía poner en valor esta bebida mediante una serie de actividades entre las que destacaba la elección de la que es la mejor cazalla.
La I Feria de la Cazalla ha reconocido a la cazalla Anís Tenis, de Monforte del Cid, en Alicante, como la mejor del año. Un reconocimiento en el que ha superado a la Cassalla Cerveró, de Cullera, y a la Cassalla Cavaller, en Valencia.
La cazalla Anís Tenis es una bebida que se lleva elaborando por Destilerías Tenis más de 100 años, en concreto desde 1921. Aunque el origen de esta compañía se sitúa en Argelia a finales del siglo XIX, cuando los hermanos Limiñana comenzaron a elaborar este licor a ese lado del Mediterráneo, logrando un éxito inmediato entre los españoles que residían en aquel país. Su buen hacer les llevó a fundar en su lugar de origen, Monforte del Cid, Anís Tenis.
Sea este que ha sido elegido el mejor de 2024 o cualquier otro elaborado de manera artesanal y casera en cualquier lugar de la geografía levantina, sin duda se trata de un licor que identifica a los valencianos sin necesidad de mediar palabra.
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