Son casi las 12 de la mañana y en el típico bar de un pueblo cualquiera del interior de España los parroquianos de mayor edad se debaten entre pedirse un café o si ya es la hora de tomarse un vino. Los más jóvenes, en cambio, optan por refrescos y bebidas sin alcohol. Mientras los atiende el camarero bromea con ellos remarcando lo “sanos que son”. Dejando a un lado el debate de lo saludables o no que son las bebidas carbonatadas, lo cierto es que la escena anterior refleja el cambio en los hábitos de consumo que se está dando en España.
La sociedad está virando hacia las bebidas sin alcohol. Esto se refleja en el hecho de que los españoles son los ciudadanos de la UE que más cerveza sin alcohol consumen. Una tendencia que está repercutiendo en la aparición de licores y vinos cuya graduación alcohólica es de 0'0 o muy residual.
Las bodegas y las grandes destilerías se han dado cuenta de que los jóvenes y los no tan jóvenes están optando cada vez más por opciones sin alcohol, lo que les ha llevado a dar una vuelta de tuerca a sus negocios. De ahí que hayan aparecido las ginebras, los whiskys o los vinos 0'0, buscando llegar a ese público que no quiere alcohol, pero tampoco quiere perderse disfrutar de un buen gintonic, de tomarse un vermut o beber un vino con los amigos.
La explicación de este cambio de consumo es compleja, pero se sostiene, principalmente, sobre varios puntos. Por un lado, la cada vez mayor concienciación acerca de la necesidad de no consumir alcohol antes de conducir hace que se opte por bebidas 0'0 que permiten disfrutar del sabor, pero sin acarrear consecuencias etílicas. Por otro, el cuidado de la salud y el cuerpo lleva a que cada vez más personas dejen de lado el alcohol eligiendo opciones sin alcohol. Tampoco se puede dejar de lado el patente cambio en la forma de consumo que tienen las nuevas generaciones respecto a las anteriores.
La tendencia hacia un consumo de bebidas 0'0 está llevando a la aparición de retos o corrientes que invitan a pasar tiempo sin tomar alcohol. Así por ejemplo, desde la esfera anglosajona están llegando propuestas como ‘Dry January’ (enero seco) u otras como ‘October’ (octubre sobrio) o ‘Sober November’ (noviembre sobrio).
El origen de estos movimientos fue originariamente una forma de limpiar el cuerpo tras los excesos de la Navidad o del verano y como una forma alternativa de diversión alejada del consumo masivo de alcohol que se da en fiestas como el Oktoberfest o Halloween.
De igual forma cada vez son más los blog de viajes e influencers del sector que promocionan las vacaciones y el relax con formas de ocio que no impliquen el consumo de alcohol. Para ello proponen planes que no impliquen acabar en un bar de copas o alternativas que lleven licores o bebidas 0'0.
Lo que está claro es que la tendencia apunta hacia un horizonte en el que las bebidas 0,0 y las opciones sin alcohol van a ganar espacio y adeptos en un mundo en el que hasta ahora el consumo iba por otros derroteros.
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