La original almazara que ha diseñado Phillippe Starck en Ronda para que disfrutes al máximo del aceite

  • La Serranía de Ronda sirve de marco para este imponente edificio, diseñado por Philippe Starck

  • Tiene además un museo, un restaurante y un espacio para catas

  • Según el propio Starck, "no es solo arquitectura, sino un homenaje a la cultura andaluza"

La Serranía de Ronda, famosa por su paisaje montañoso y su riqueza cultural, acaba de sumar un nuevo y deslumbrante atractivo a su ya de por si interesante oferta turística: La Almazara. Se trata de la primera almazara de autor del mundo, diseñada por el aclamado diseñador industrial Philippe Starck, situada en un "lugar extraordinario, increíble y milagroso". Esta innovadora instalación no es solo un espacio pensado para la producción de aceite de oliva virgen extra (AOVE), sino que también es por méritos propios toda una obra de arte que fusiona tradición, arquitectura contemporánea y arte en un homenaje incomparable a uno de los productos insignia de la gastronomía mediterránea: el aceite de oliva.

Un hito en el mundo del oleoturismo

La Almazara, impulsada por LA Organic, representa una visión pionera del oleoturismo, un sector en crecimiento que busca convertir la experiencia del aceite de oliva en un atractivo turístico similar al que es ya el enoturismo con las bodegas de vino. De esta manera, estamos ante un proyecto que no es solo una almazara tradicional donde se prensa el aceite; sino que va mucho más allá al haber sido concebido como una experiencia inmersiva que permite a los visitantes adentrarse en la historia y cultura del olivo, yendo desde los primeros productores hasta las técnicas más modernas e innovadoras de producción de AOVE.

El diseño arquitectónico de la construcción, obra de Starck, llama la atención en un primer momento por su estética minimalista, pero a la vez poderosa. Según el propio arquitecto "no es solo arquitectura, sino un homenaje a la cultura andaluza". Así, su edificio principal, en forma de cubo y de un tono terracota casi se mimetiza con el entorno natural que lo rodea, está decorado con elementos simbólicos que evocan la historia y cultura de la región. 

Uno de los aspectos más llamativos es el gran cuerno de acero que sobresale de la estructura, orientado hacia Ronda, y que es un guiño a la tradición taurina de la ciudad. También se puede observar en el edificio un enorme ojo de hormigón, siendo este también un homenaje, pero en esta ocasión al icónico estilo de Picasso, símbolo del surrealismo y el arte moderno.

Un proyecto ambicioso y sostenible

La creación de La Almazara ha requerido una inversión de 22 millones de euros, en los que están incluidos no solo la construcción del edificio y su equipamiento, sino también el desarrollo de todas aquellas instalaciones necesarias para ofrecer la experiencia turística que se busca satisfacer. Dentro del complejo, los visitantes pueden disfrutar de un museo interactivo sobre la historia del aceite de oliva, participar en catas de aceite y vino, y degustar productos ecológicos cultivados en la propia finca, todo ello dentro de un entorno que promueve la sostenibilidad.

El edificio ha sido diseñado con materiales reciclados y tecnologías ecológicas, como paneles solares y sistemas de captación de agua, en línea con la visión de Starck de crear un espacio respetuoso con el medio ambiente.

La finca donde se sitúa La Almazara también ofrece la posibilidad de pasear por olivares centenarios y descubrir de primera mano las distintas variedades de olivo que se cultivan en la región. Esto refuerza la idea de que el proyecto no solo es un lugar donde se produce aceite, sino un centro de divulgación cultural y gastronómica que permite al visitante conectarse profundamente con la historia del AOVE.

El interior de un espacio experiencial y artístico

Philippe Starck ha querido crear un lugar que despierte emociones y donde cada detalle invite a la reflexión. Dentro del edificio, los visitantes pueden encontrar esculturas como una media aceituna incrustada en una pared de acero oxidado o una tubería sin salida visible que atraviesa el edificio, símbolos de la fusión entre lo funcional y lo artístico. Estos elementos no solo sorprenden, sino que también buscan representar la complejidad y la belleza de la producción de aceite de oliva.

El propio Philippe Starck afirma que gracias al entorno y a la construcción es posible vivir una "experiencia, poderosa y radical". Su objetivo era crear un espacio que rindiera homenaje al respeto milenario por el aceite de oliva, considerado uno de los pilares de la cultura mediterránea.

Un motor de desarrollo para la región

Además de su valor artístico y cultural, La Almazara también tiene un importante impacto económico y social en la región. Se espera que la almazara atraiga a 30.000 visitantes al año, lo que supone una fuente de ingresos significativa para la zona y contribuye a posicionar a Ronda y Andalucía como referentes en el turismo gastronómico internacional.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha destacado durante la inauguración que este proyecto no solo impulsa el oleoturismo, sino que también es un ejemplo de cómo el aceite de oliva puede ser un producto de innovación y excelencia. Moreno subrayó que La Almazara es un espacio que combina cultura, arte, historia y gastronomía, y que servirá como un modelo para otras iniciativas similares en el futuro.

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