La reciente publicación de la princesa Leonor en bikini durante su formación en el buque escuela Juan Sebastián Elcano en una playa uruguaya ha traído a la memoria un episodio similar que vivió su madre, la reina Letizia, hace años. En aquella ocasión, las fotografías de la esposa del entonces príncipe Felipe en traje de baño provocaron toda una crisis en Zarzuela y llevaron a la Casa Real a replantear sus protocolos de privacidad y seguridad.

En agosto de 2007, la revista '¡Hola!' sorprendió a propios y extraños al compartir un total de seis instantáneas de la entonces princesa de Asturias en bikini a bordo del yate real Fortuna en un reportaje titulado "confidencias bajo el sol de Mallorca".

Las fotografías, que se convirtieron en un tema de interés nacional, fueron tomadas en alta mar y mostraban a Letizia conversando con la reina Sofía, evidenciando una relación cercana entre ambas. Entonces, trascendió que la cabecera rosa llegó a pagar entre 150.000 y 250.000 euros por ellas.

En 2011, los paparazis consiguieron captar de nuevo a Letizia en traje de baño en unas fotos publicadas también en el medio citado. En ellas, aparecía la familia real al completo disfrutando de un día en alta mar. Ese mismo año, la revista 'Semana' obtuvo otras de Letizia en bikini en el archipiélago de las Cícladas, en Grecia.

Este suceso rompió con la tradición de mantener la vida privada de los miembros de la realeza fuera del foco mediático, especialmente en situaciones tan íntimas como en la playa, tomando el sol o en el mar. También puso de manifiesto las vulnerabilidades en la seguridad y privacidad de la familia real española, ya que las capturas se realizaron desde una distancia considerable, burlando las medidas de protección existentes.

En el documental 'Paparazzis', un "alto cargo de la casa real" aseguró que se enfrentaron a "una gran bronca en Casa Real" por la brecha de seguridad que se había producido.

Su difusión tuvo consecuencias directas en la Casa Real. Se produjo una crisis interna relacionada con la seguridad y la protección de la privacidad de sus miembros que obligó a llevar a cabo un cambio de protocolo y replantear las estrategias para evitar que esto volviera a ocurrir.

Como resultado, desde Zarzuela se implementaron cambios en sus protocolos. Se incrementaron las medidas de seguridad durante las vacaciones y actividades privadas de la familia real, seleccionando destinos más exclusivos y menos accesibles para el público y la prensa. Además, se establecieron zonas restringidas en lugares públicos para garantizar la privacidad de los miembros de la realeza. Basta con darse cuenta de las escasas instantáneas que salen a la luz ahora durante sus tradicionales vacaciones en Marivent.

Ahora, las imágenes de la princesa Leonor en bikini han reavivado este debate sobre los límites de la privacidad de los 'royals'. Aunque la Casa Real todavía no se ha manifestado al respecto, se espera que lo haga. Cabe recordar que hace unos días denunciaban la obtención ilegal de unas fotografías de la princesa durante su estancia en Chile.

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