Si hay una pareja en el panorama nacional que sea sinónimo de estabilidad esa es la de Álex Adrover, concursante de ‘Supervivientes’, con la también actriz Patricia Montero. Ambos llevan juntos más de 15 años, aunque todavía no han celebrado su primer año como matrimonio. Se conocieron trabajando el ‘Yo Soy Bea’ en 2008 y desde entonces han formado una bonita familia junto a sus dos hijas Lis y Layla.
La familia vive en una casa muy funcional en la que ellos mismos admiten que es difícil tener todo ordenado, pues vivir con niños hace imposible tener todo impecable. Su vida gira entorno al salón con cocina abierta, en la que tienen mucho espacio para jugar y practicar yoga. La terraza es uno de los lugares preferidos de la mujer de concursante de ‘Supervivientes’, un lugar en el que desconectar y tomar el sol con vistas sobre la sierra.
Un hogar cálido en donde la luz juega un papel muy importante y donde han sabido jugar con los tonos crema y los negros. Paredes de piedra a media altura, espejos, y una decoración minimalista son la seña de identidad de la planta baja de la vivienda. Por medios de unas escaleras voladas de madera se accede a la parte de arriba donde están las habitaciones de la familia. ¡Así es la casa de Álex Drover, concursante de ‘Supervivientes’!
Desde que la pareja tuvo a sus hijas, Lis y Laila, de 10 y 6 años, tuvieron claro que la casa debía ser lo más funcional posible. Ellos mismos reconocen en una entrevista sobre su salón que “es una casa práctica. Y con niños en casa es muy complicado tener la casa bonita siempre y decorada perfecta, y sobre todo ordenada.”
El salón es el centro neurálgico de la vivienda, en la que la familia hace más vida. El sofá es sin duda alguna un indispensable, pero también lo es para ellos, contar con un espacio en el que las niñas puedan jugar y ellos practicar yoga.
Una de las paredes del salón es de piedra a media altura, algo que aporta un toque rústico a una decoración minimalista en la que priman los tonos grises, crema, marrones y negros en el mobiliario. Los espejos y los enormes ventanales por los que entra luz natural dan una gran amplitud al salón que también cuenta con una chimenea.
Uno de los rincones favoritos de la pareja es una mesita con un espejo que ellos consideran es su home office. Desde el salón tienen acceso directo a la terraza en la que tienen unos sofás en “L”, y una mesa baja sobre la que reposa un buda.
Al empresario le gusta mucho cocinar y estar en familia, y siempre tuvo claro que lo suyo debía ser una cocina abierta al salón para poder compaginar ambos placeres. Una isla separa el salón de la cocina en la que reina el orden, los electrodomésticos panelables, el marrón y el blanco.
La casa cuenta con una segunda planta a la que se accede por medio de una escalera volada de madera donde se encuentran las habitaciones principales que no han mostrado en muchas ocasiones. La habitación de la pareja también cuenta con enormes ventanales con vistas sobre la sierra, mucha luz natural y salida a una pequeña terraza.
Una estancia minimalista donde la protagonista es la cama de matrimonio un pequeño cabecero donde reposan flores y una pared pintada de azul cielo.