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Lucas González, del grupo Andy y Lucas, se enfrenta a uno de los momentos más duros de su vida: la pérdida de su hermano Pedro González. Ha muerto por un infarto fulminante.
La historia del gaditano, fallecido a los 55 años, no fue fácil. Sufrió un accidente en 1995. A los 25 años fue atropellado cuando regresaba del trabajo, lo que le dejó un mes y medio en coma y cuyas secuelas le han acompañado durante el resto de su vida, con una discapacidad en la movilidad del 72% informa 'El portal de Cádiz'.
Esta noticia ha llegado en un momento muy importante, emotivo y simbólico del cantante. El dúo se encuentra en su última gira, ‘Nuestros últimos acordes’, por la que se despiden de los escenarios tras muchos años juntos recorriendo distintas partes del mundo para llenar de alegría a todos sus fans.
También se suma a la polémica que se generó en torno al aspecto físico del cantante y al duelo que atravesaba tras la muerte de su padre. Por el momento, los cantantes no han publicado ningún comunicado hablando de un cambio de fechas en los próximos conciertos.
La relación que tenía Lucas con su hermano era muy estrecha. Pedro era un hombre muy querido y conocido en su barrio, La Laguna, donde mantenía una relación muy cercana con la mayoría de sus vecinos, quienes también se encuentran desolados al conocer la noticia.
El artista realizó una promesa a sus padres años antes de conocer el desenlace de su hermano por la que le dijo que "si algún día faltan aquí va a estar su hermano Lucas para cuidarle", según cuentan en 'Divinity'. Tan importante era la relación entre ambos, que fue su hermano mayor, recientemente fallecido, quien le empujó a comenzar su carrera musical tras regarle su primer cajón flamenco poco tiempo antes de conseguir la primera guitarra con la que pasó a la fama.
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