Este miércoles, los reyes Felipe y Letizia verán por primera vez en el Banco de España sus retratos a manos de la popular fotógrafa Annie Leibovitz, que vieron la luz el pasado mes de noviembre en el marco de la exposición 'La tiranía de Cronos'.

Se trata de un díptico que llegaba en el 10º aniversario de su proclamación como reyes y que se complementa entre sí, al ofrecer una misma escena dividida en dos en la que Felipe VI viste el uniforme de gala del Ejército de Tierra, con la banda azul de la Orden de Carlos III, el Toisón de Oro y otras condecoraciones. Mientras, Letizia, irrumpiendo en la escena por el lado derecho, aparece ataviada con un vestido negro de tul de seda plisado y una capa de gala de seda rosa del diseñador Cristóbal Balenciaga. La reina también luce entre sus joyas dos piezas del lote de pasar y un anillo. Para la ocasión, decidió no portar tiara.

No es la primera vez que Sus Majestades han decidido plasmar momentos clave de su vida 'royal' y familiar y de su reinado. A lo largo de estos años, los retratos oficiales de los soberanos han reflejado no solo su evolución personal, sino también la transformación de la monarquía española. Desde las imágenes más solemnes y tradicionales hasta las más cercanas y naturales, cada fotografía es una pieza clave con un propósito simbólico y artístico diferente y que esconde secretos de su vida. Repasamos las más emblemáticas.

Uno de los acontecimientos más recientes ha sido la serie de retratos oficiales capturados por la icónica fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz. Con motivo del décimo aniversario del reinado de Felipe VI y los 20 años de matrimonio de los monarcas, la Casa Real decidió encargar estas imágenes con un enfoque artístico sin precedentes.

Las fotografías fueron tomadas en el Salón Gasparini del Palacio Real de Madrid, una de las salas con más historia y secretos del palacio, con un estilo inspirado en los retratos de la realeza del siglo XVIII. Estas imágenes resaltaban la solemnidad y la relevancia histórica de la monarquía.

En mayo de 2024, los reyes celebraban 20 años de matrimonio y lo hacían junto a sus dos hijas, Leonor y Sofía con un posado fotográfico en el que, una vez más, intentaban demostrar que son una familia unida, cercana y natural.

Las 11 fotos fueron tomadas por los fotógrafos oficiales de la Casa Real en el conocido Campo del Moro

En 2020, la fotógrafa española Estela de Castro fue la encargada de realizar una serie de retratos oficiales de la familia real, marcando un cambio en la imagen pública de los monarcas.

Para la fotografía de los cuatro, la reina Letizia lució un vestido rojo entallado de Carolina Herrera, mientras que en uno junto a Felipe apostó por un vestido de una silueta parecida pero en tono azul.

En la sesión realizada en el Palacio Real de Madrid, los reyes fueron fotografiados vestidos de gala. El rey con el uniforme del ejército de Tierra y con el Toisón de Oro y la reina Letizia con un vestido rosa de Carolina Herrera con detalles florales y con la diadema de flor de lis.

En 2018, con motivo del 50º cumpleaños del rey Felipe VI, la Casa Real publicó un álbum de lo más especial en el que se incluyeron retratos inéditos del monarca más allá de su vida institucional. Aparece junto a la reina y sus hijas en su día a día, como desayunando, llevando a Leonor y Sofía al colegio o durante sus vacaciones familiares.

Se trataba de una visión más íntima y personal del soberano, que abría las puertas de su residencia en Zarzuela para mostrar, entre otras cosas, el momento en el que Felipe VI grababa el tradicional discurso de Navidad de 2017.

Tras su proclamación el 19 de junio de 2014, Casa Real publicó los primeros retratos oficiales del nuevo monarca. Estas imágenes eran cruciales, ya que debían representar la transición entre el reinado de Juan Carlos I y el inicio de Felipe VI.

Los retratos mostraban al rey con diferentes atuendos formales: con el uniforme militar de gala, destacando su papel como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, y otro con traje oscuro con corbata, para representar su faceta institucional y de Estado.

El tono de las imágenes era sobrio y serio, transmitiendo la idea de una monarquía renovada, moderna y comprometida con la transparencia y la estabilidad.

Antes de convertirse en reina, en 2012, Letizia fue retratada por la reconocida fotógrafa Cristina García Rodero en una serie de imágenes que mostraban su faceta más natural y cercana.

Estas fotografías, realizadas con motivo de su 40º cumpleaños, capturaban a la entonces princesa en distintos momentos, con un estilo más relajado y menos formal que los retratos oficiales, y junto a Felipe y sus hijas en los interiores de su residencia.

A través de estas imágenes, la futura reina consolidaba su papel como representante de la Corona y se acercaba al pueblo con una imagen de modernidad.

En 2010, cuando Felipe y Letizia aún eran príncipes de Asturias, Daniel Virgili realizó los retratos oficiales que más tarde se reutilizarían en 2014.

En estas imágenes, la pareja real posa con un estilo clásico, con Letizia en traje de chaqueta y Felipe en uniforme militar.

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