Fría mañana la de este 6 de enero en la capital. Poco antes de las 12:00 horas, todo estaba listo en la Plaza de la Armería, justo en frente de la Catedral de la Almudena, para la llegada tanto de los reyes Felipe y Letizia como de la princesa Leonor. Los tres han sido los encargados, como ya sucedió hace un año, de presidir la Pascua Militar junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. 

A su bajada del coche, la señal institucional ya se encontraba grabando su llegada. Y Bernardo Francisco de Lizaur Cuesta, jefe de protocolo de Zarzuela (y la sombra de los miembros de Casa Real cada vez que protagonizan un acto público), se percató de un pequeño problema con el uniforme de gala de la Armada de la heredera, el cuerpo del ejército donde cursa estudios desde que ha comenzado su formación militar en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra).

Por sus reacciones, parece que el pantalón de la princesa se había quedado enganchado con uno de sus zapatos. Un mínimo fallo por el que Protocolo intervino al instante y casi de forma invisible mientras procedían a saludar a las autoridades que les daban la bienvenida evitando así cualquier tipo de traspiés.

Fue segundos después, esta vez mientras sonaban los cañones y el himno nacional, cuando otro enemigo estuvo a punto de 'aguar' que todo saliese perfecto. Hablamos del viento, que empezó a soplar fuerte justo en esos instantes en que tanto los reyes como su primogénita debían permanecer inmóviles. Por suerte, más allá de sus rostros de incomodidad, todo se quedó en una cotidiana anécdota.

A este breve acto en el exterior le siguió una extensa ceremonia en el Salón del Trono del Palacio Real, escenario de muchos de las grandes citas de la familia real española, para la entrega de condecoraciones, el saludo oficial y los discursos del Jefe del Estado y de la ministra.

El de la princesa, que ha reaparecido sin su hermana la infanta Sofía, ya de vuelta a Gales para continuar con sus estudios, era el mismo uniforme con el que la vimos el 12 de octubre durante el desfile de la Fiesta Nacional. Una guerrera y pantalones en azul marino, con cordones dorados y nudos en su hombro derecho y sombrero bicornio con el escudo de la Armada Naval componían este atuendo que ha complementado con el Toisón de Oro y la banda azul de la Orden de Carlos III.

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