Hace ya 20 años que el rey Felipe VI se trasladó a el 'Pabellón del Príncipe', una residencia ubicada en el corazón de El Pardo, dentro del recinto del Palacio de la Zarzuela. Este palacete es el hogar donde el rey y la reina Letizia han construido su vida familiar desde que contrajeron matrimonio el 22 de mayo de 2004 y donde han crecido sus hijas.

Este enclave no solo es el refugio privado de Sus Majestades, sino que también representa un equilibrio perfecto entre modernidad, seguridad, discreción y confort, alejado del boato asociado a la realeza. Aquí es donde la princesa Leonor y la infanta Sofía han regresado para disfrutar junto a sus padres de sus vacaciones, de la Navidad y del Año Nuevo.

Construida en 2002, la casa fue concebida como residencia oficial para el entonces príncipe Felipe. Diseñada por el arquitecto español Manuel del Río Argüelles, se encuentra dentro del recinto del Palacio de la Zarzuela. Aunque se halla próximo al palacio principal, el Pabellón ofrece una mayor privacidad, lo que lo convierte en un lugar ideal para que los reyes hayan criado a sus hijas en un entorno familiar mucho más íntimo.

A pesar de su discreción exterior, su diseño incorpora todos los elementos necesarios para satisfacer las necesidades de la familia real, incluidos espacios para eventos privados, áreas de trabajo y diversas habitaciones y dormitorios distribuidas en cuatro plantas -sótano, planta baja, primera planta y buhardilla-.

Con una superficie de unos 1.800 metros cuadrados, el edificio está dividido en varias alas, cada una destinada a un uso específico: la zona familiar, los despachos oficiales y los espacios reservados para el personal y la seguridad.

En su interior, tal y como se ha podido observar a lo largo de los años en las imágenes distribuidas por Casa Real, la decoración es sobria y elegante. Grandes ventanales ofrecen vistas al bosque de El Pardo, permitiendo que la luz natural bañe los espacios de la propiedad.

Fue en 2018, por el 50 cumpleaños del rey Felipe, cuando decidieron grabar un vídeo en el interior de la residencia y desvelar algunas de las estancias del Pabellón del Príncipe.

Cuenta con todo lujo de detalles: la cocina, un gran comedor, el salón, un vestíbulo, una biblioteca -que en su momento contaba con un retrato de la reina emérita Sofía firmado por Alcaraz- y una escalera de caracol que da a la planta de arriba.

La habitación más exclusiva es el dormitorio principal de los reyes, que cuenta con dos vestidores y dos cuartos de baño. La vivienda también posee una sala de estar con chimenea, tres dormitorios más con dos baños, una pequeña sala de estar, un despacho, un antedespacho, una gran terraza y una piscina. El dormitorio de don Felipe y doña Letizia dispone de 110 metros cuadrados.

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