Medio siglo después, la familia real griega vuelve a formar parte de la ciudadanía de su país. Los miembros de la extinta casa real griega y parientes directos de la reina emérita Sofía han recuperado la nacionalidad de Grecia, según recoge el boletín oficial del Estado heleno.
Fue en 1974, con la restauración de la democracia, cuando se convocó un referéndum para que el pueblo decidiera el futuro de la monarquía. El 8 de diciembre de 1974, los griegos acudieron a las urnas. La votación fue clara: un 69.2% votó a favor de abolir la monarquía y establecer una república. El rey Constantino II, quien había hecho un último intento desde el exilio para salvar la institución, respetó el resultado y abandonó cualquier reclamo formal al trono.
En 1994 se despojó a los miembros de la familia real de su ciudadanía griega. Para permanecer en el país, la familia tendría que renunciar a sus títulos y adoptar un apellido común. Constantino y su familia ha vivido desde entonces en el extranjero, en el exilio.
Ahora, coincidiendo con el 50º aniversario de la abolición de la monarquía y con los 30 años de que perdieran la nacionalidad, la familia real griega ha recuperado su ciudadanía.
Según confirmó hace unos días Athanasios Balerpa, ministro del Interior de Grecia, el príncipe Pablo -actual cabeza de familia tras la muerte de su padre Constantino y, a su vez, hermano de la emérita, en 2023- y nueve familiares firmaron una declaración en la que reconocen la legitimidad del régimen republicano, uno de los requisitos que se les pedía legalmente para ser griegos.
Para reconocer este hecho, la familia real ha emitido un comunicado en el que describe las circunstancias en las que se ha aprobado esta decisión y desvela a qué han tenido que renunciar para conseguirlo.
"Con profunda emoción, después de treinta años, hemos recuperado nuestra ciudadanía griega. La ley de 1994 nos privó de ella, convirtiéndonos en apátridas, con todo lo que ello implica en términos de derechos individuales y gran sufrimiento emocional", comienza el comunicado.
"Nuestro padre y familia respetaron plenamente el resultado del referéndum de 1974. Sin embargo, la disposición de la ley de ciudadanía de 1994, resultado del estatus político de la época, no era propia de un ex jefe del Estado griego y de una institución que servía fielmente al país. La muerte de nuestro padre marcó el fin de una era", continúa.
Es entonces cuando Pablo de Grecia desvela el requisito principal de su regreso a la ciudadanía griega: declarar un apellido y renunciar formalmente al trono.
"El requisito previo para la recuperación de nuestra nacionalidad era declarar un apellido, por lo que elegimos el elegido por nuestro difunto tío, Miguel De Gréce, que era el único que nos resultaba familiar ya que nuestra familia nunca llevó apellido".
Así, el apellido escogido como griegos es De Grece, que significa "de Grecia".
Según el anuncio del Boletín Oficial del Estado en el que consta la aprobación del Gobierno griego de la solicitud, los miembros de la familia real de Grecia que recuperan la nacionalidad son diez: el príncipe Pablo, sus cinco hijos (la princesa Maria Olympia y los príncipes Constantino Alexios, Achileas Andreas, Odysseas Kymon, y Aristides) y sus cuatro hermanos: la princesa Alexia, el príncipe Nikolaos, la princesa Teodora y el príncipe Filippos. Según 'Vanity Fair', la reina Ana María, por el contrario, no ha formulado solicitud alguna.
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