Esta Navidad se presenta especialmente significativa para la familia real británica. Se trata de la primera en la que el rey Carlos III y Kate Middleton se enfrentan a un cáncer, motivo por el cual estos días podrían ser más atípicos que nunca.
En estas fechas tan señaladas, los Windsor, como es tradición, se reúnen en Sandringham House, la finca rural en Norfolk, para pasar las fiestas. Ya se conoce que este próximo 25 de diciembre serán aproximadamente 45 miembros de la realeza los que se desplacen a este enclave, un día que contará con grandes ausencias, como la del príncipe Andrés después de que se "retirase honorablemente" tras el escándalo del espía chino. Tampoco estarán presentes el príncipe Harry y Meghan Markle.
La Navidad en Buckingham suele regirse por unas curiosas tradiciones y días cargados de simbolismo. Una de las más peculiares es el intercambio de regalos durante la tarde del 24 de diciembre, tal y como señaló el príncipe Harry en sus memorias, 'Spare'. Tal y como se conoce, se celebra en la Sala Roja de Sandringham, y entre los obsequios memorables destacan un gorro de baño con el lema "Ain’t life a b****" para la reina Isabel II que le habría regalado el duque de Sussex y un kit casero para fabricar cerveza que también el príncipe Harry habría regalado a su hermano Guillermo.
Sin embargo, hay una tradición más extraña que ha pasado desapercibida: la de pesarse antes y después de las fiestas, y que podría obligar a Kate Middleton a subirse a la báscula.
Aunque no es un ritual tan marcado como el discurso del rey, los tabloides británicos sí han asegurado en varias ocasiones que la familia real británica seguía esta tradición.
El ex mayordomo del rey Carlos III y experto real Grant Harrold ha revelado a 'The Sun' que el objetivo era ver cuánta comida se había consumido y quién había sido el miembro que más había comido.
"¿Sabes? Aparentemente es verdad. Le pregunté a uno de los chefs reales, ahora retirado, y el chef en cuestión me dijo que la reina pesaba a todos al principio y al final. Nunca he visto la báscula, pero obviamente debe haber algo de verdad en ello", ha explicado el experto.
"La idea de pesarse antes y después de la comida creo que fue un poco divertida para la reina para saber quién había comido más durante la Navidad", ha añadido.
Esta tradición aparece retratada en la película 'Spencer', cuando en un momento dado la reina Isabel II le pide a la princesa Diana de Gales -que sufría bulimia- que se pese en una vieja báscula. Según se explica en el film, la reina espera que tanto su nuera como el resto de sus invitados ganen más de un kilo durante el periodo navideño. Algunos tabloides señalan que se remonta al reinado de Eduardo VII.
Según publicó en 2018 la revista especializada en realeza 'Majesty magazine', la madre del rey Carlos III pesaba a sus invitados en la temporada navideña, pero ni la monarca ni sus familiares han hablado nunca en público de esta tradición.
Se desconoce si ha sobrevivido con el reinado de Carlos III pero, de ser así, este año tanto Kate Middleton como otros invitados podrían estar obligados a subirse a una báscula.
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