La vida amorosa de Laura Matamoros, más allá de Benji Aparicio: de Pablo Castellano a Daniel Illescas

La vida sentimental de Laura Matamoros siempre ha estado en el candelero. Su última relación con el padre de sus hijos, el chef Benji Aparicio, ha copado numerosas portadas de revista y artículos en la prensa rosa por las numerosas idas y venidas que ha protagonizado la pareja. Pero Benji no ha sido el único amor de la exconcursante de 'Supervivientes', entre sus parejas y romances destacan nombres como Miguel Maristany, Pablo Castellano o Daniel Illescas.

Miguel Maristany, su primera historia de amor

Laura Matamoros dio el salto definitivo a la televisión en su participación en 'GH VIP 4' donde la audiencia se enamoró de ella convirtiéndola en la ganadora de la edición. La hija de Kiko Matamoros entró en la casa dejando a su pareja en el exterior, Miguel Maristary, con el que llevada dos años de relación, pero la vida de Laura no volvería a ser la misma tras el reality. La presión mediática y los desencuentros de la pareja provocaron su ruptura a mediados de 2016 tras tres años de relación sentimental.

Su lio amoroso y secreto con Pablo Castellano, mientras él conocía a María Pombo

Recientemente, en el programa número 20 de 'En todas las salsas', el periodista Germán González ha revelado que los inicios de la relación de María Pombo y Pablo Castellano fue cosa de tres. En ese momento, Laura estaba soltera y por lo visto tuvo un affaire amoroso con Castellano mientras él conocía a Pombo, la que sería su pareja durante los próximos ocho años y madre de sus dos hijos. La cosa con Laura Matamoros no pasó de ahí y en septiembre de 2016, anunció su relación con Benji Aparicio. Hoy en día, Laura presume de su buena relación con la familia Pombo e incluso acudió a la boda de la pareja en Cantabria en octubre de 2019.

La inestable relación con el padre de sus hijos, Benji Aparicio

La colaboradora de 'Vamos a ver' anunciaba su relación con Benji Aparicio en septiembre de 2016, a los pocos meses de romper con su expareja Miguel Maristary. La pareja vivió durante un año un romance intenso y mediático que culminaba con la noticia de que Laura esperaba a su primer hijo, y en mayo del año siguiente, nació el pequeño Matías. Los padres primerizos disfrutaban de su nueva etapa familiar con su pequeño en casa, pero parece ser que poco a poco la relación se fue desgastando, hasta que al año siguiente anunciaron su fulminante ruptura y la pareja firmó la custodia compartida del pequeño Matías.

Su romance fugaz con el modelo e influencer, Daniel Illescas

Tras su ruptura con Benji, Laura conoció a Daniel Illescas, un rostro muy popular en las redes sociales. Poco a poco, fuimos viendo instantáneas de los dos juntos y no tardaron que aparecer los rumores de que Laura volvía a estar ilusionada, y así era. A mediados de 2019 anunció su relación el influencer y a finales de año compartieron juntos un viaje a Cuba con otros influencers donde terminaron celebrando una boda secreta. De hecho, Daniel fue el acompañante de Laura en la boda de María Pombo y Pablo Castellano. Pero este intenso romance apenas duró unos meses, a pesar de haber dado un paso importante con Daniel, la hija de Kiko Matamoros decidió poner punto y final a su romance y volver con el padre de su hijo, Benji Aparicio.

Dos oportunidades más con Benji y un segundo hijo en común

Así es, Laura y Benji se dieron cuenta de que todavía tenían sentimientos el uno por el otro, aparte de tener un hijo en común, y decidieron retomar su relación dándose una segunda oportunidad. La felicidad parecía llegar de nuevo a la pareja que inundaban sus redes sociales de instantáneas compartiendo momentos juntos y escapadas románticas. Al cabo de un año y medio, la pareja volvía a anunciar que Laura estaba embarazada y que esperaban a su segundo hijo en común, el pequeño Benji. La pareja comenzaba una nueva etapa con sus dos hijos y desde fuera, parecía que la relación se hacía cada vez más sólida e irrompible, pero justo al año siguiente de nacer su segundo hijo la pareja rompía por segunda vez. Se volvieron a dar una tercera oportunidad, pero solo duró unos meses hasta el mes de julio del año pasado, fecha en la que se produjo la ruptura definitiva.