Los pasos de Inés están guiados por su inestabilidad mental, fruto del maltrato psicológico al que le sometió su madre durante su infancia y de un hecho traumático que mantiene en secreto. No obstante, aún tiene la esperanza de comprender por qué su madre no la quiere, así que le exigió explicaciones al visitarla en el centro donde la tiene ingresada y escondida.
"¿Qué he podido hacer para sobrarte en la vida, mamá?", le preguntó. "Nacer", le respondió su madre confirmando la animadversión que siente por ella. Inés no pudo ocultar entonces su desequilibrio: "Cuando me miro en el espejo veo algunos de tus rasgos y me dan ganas de rajarlo".
La madre de Inés sabía que su hija tenía deseos de quitarla de en medio. "Hazlo", le animó viendo el odio en sus ojos. Inés se lo pensó, pero acabó rehusando la idea.
En realidad, Inés está haciendo algo peor. Los médicos le habían recomendado que 'dejase ir' a su madre dado el delicado estado de su salud. Ella les dijo que no para que siga sufriendo.