Mientras la mayor parte de los sectores económicos vuelven progresivamente a la actividad, hay uno que sigue exactamente igual que cuando se declaró el estado de alarma hace ya un año.
En el mundo del espectáculo, el telón tardó en levantarse y esto ha provocado que las miles y miles de personas y familias que viven de la cultura saliesen a las calles a protestar por la falta de ayudas de un Gobierno que no consigue abarcar las necesidades de los distintos sectores.
Teatros, cines y auditorios tardaron en levantar el telón y lo hicieron a media asta, con unas medidas de seguridad que en muchos casos han provocado que la afluencia a los mismos disminuya hasta tal punto que no consigan sobrevivir.
Durante meses hemos visto cómo decenas de cines y pequeñas salas de espectáculos han cerrado sus puertas para siempre: “Hay mucho miedo, la gente no se atreve a meterse en un teatro”.