La economía de nuestro país se ha visto gravemente afectada por la pandemia del coronavirus y, de la noche a la mañana, fueron muchos restaurantes los que tuvieron que cerrar. Un duro golpe que los hermanos Roca vivieron en sus propias carnes.
Josep, Jordi y Joan Roca cuentan cómo se sintieron en el momento que se vieron obligados a cerrar su restaurante en el momento más duro de la pandemia. “Fue como un duelo”, explicaba Josep. “Estábamos sobrepasados”, confesaba Jordi. “La sensación es terrible”, declaraba Joan.
Josep Roca asegura que la semana de antes de cerrar el restaurante vivieron “uno de los servicios más incómodos”, ya que había “un ambiente de inseguridad y de alarma”: “Les dije a mis hermanos que teníamos que cerrar el restaurante, explicaba uno de los propietarios.
“Estábamos sobrepasados, no sabíamos qué hacer con todo nuestro equipo de 150 personas”, confesaba Jordi Roca. “Hay una emergencia sanitaria y el mundo de la cocina tiene que entender que nuestro papel es prescindible”, explicaba Josep.
Los hermanos Roca quisieron que en todo momento reinara la calma y que sus trabajadores estuvieran tranquilos. “Queríamos hacer cualquier cosa para salir adelante”, explica Jordi. Josep aseguraba que lo importante era que supieran que iban a “cobrar lo mismo” durante esos meses en los que estaba cerrado el restaurante.
Quien también vivió este proceso con mucho sufrimiento fue Montserrat, la madre de los hermanos Roca: “Estábamos solos en el restaurante, sin poder abrir y mirando la televisión. Me desesperaba (…) Fue horroroso, yo solo pensaba en mis hijos y en cómo iban a salir de esto”, declaraba.