Desde que conocimos que Romero era el asesino de ‘Entrevías’, muchas son las preguntas acerca de su regreso al barrio. ¿Por qué tantas muertes? ¿Qué ganaba él con llevarlas a cabo? En el capítulo final de ‘Entrevías’ encontramos respuesta a todas estas incógnitas…
Múltiples casos de corrupción y crímenes llevaron a que el comisario Romero fuera expulsado de la Policía y del barrio de Entrevías, pero en esta cuarta temporada, el personaje interpretado por Óscar Higares volvía al barrio y, de nuevo, con malas intenciones.
A medida que aparecían nuevos cadáveres en el barrio, como el de Dominguero o El Quini, con escenas del crimen perfectamente ejecutas y sin apenas rastros ni hilos de los que tirar, las sospechas de que se trataba de un asesino profesional aumentaban.
El autor de todos estos crímenes resultó ser Romero, quien, una vez más, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, pero ¿por qué?
En el último capítulo de ‘Entrevías’ conocemos finalmente que es una ejecutiva llamada Matilde quien había contratado a Romero para que “limpiara el barrio”. Digamos que, para los nuevos planes de construcción en Entrevías, convenía que pandilleros como El Quini desaparecieran de la escena.
Romero, cansado de esperar, decide ir a ver a la ejecutiva y hacerse pasar por su chófer. Cuando la mujer se monta en el coche, el excomisario convertido en mercenario le lanza una advertencia: quiere su dinero cuanto antes, y no se trata de una cantidad baja, sino de un millón de euros.
Agobiada, Matilde llama a René para que le proporcione seguridad en la entrega del dinero a Romero. Tras recibir la llamada, René informa de la situación a Amanda y la comisaria decide montar un operativo para tratar de detener a Romero esa noche, de una vez por todas.
Cuando Romero descubre que Camila le ha confesado toda la verdad a Ezequiel, no duda en matarla, y también intenta acabar con Eze en el capítulo final de ‘Entrevías’.
Romero fue capaz de llevar a cabo todos los crímenes del barrio sin dejar ninguna pista gracias a la ayuda de un topo en la Comisaría, que resultó ser Camila.
La joven agente de Policía acabó confesando a Ezequiel el motivo por el que colaboraba con Romero: por venganza, pues sabía que Eze había matado a su prometido… Y es que recordemos que Ezequiel y Romero nunca hicieron buenas migas en Comisaría, y Ezequiel acabó matando a su mano derecha, Javier Linares.
Camila, ante la promesa de Romero de poder matar al asesino del que fue su prometido, accedió a colaborar con él desde dentro de la Policía, pero no se imaginaba que iba a acabar encariñándose de Ezequiel… Y mucho menos que su intento de venganza le costaría la vida.