Hoy te te enseñamos a 'soltar', que es dejar ir aquello que ya no nos sirve o incluso nos está perjudicando, ya sean pensamientos, emociones, relaciones, objetos, situaciones...
Es un proceso que nos permite liberarnos del sufrimiento y avanzar hacia un estado de bienestar y plenitud
"Dejar ir" o "aprender a soltar" es un tema recurrente no sólo en el campo de la psicología, también en la espiritualidad y la filosofía. Aprender a soltar implica dejar ir aquello que ya no nos sirve o incluso nos está perjudicando, ya sean pensamientos, emociones, relaciones, objetos, situaciones, etc. Es un proceso que nos permite liberarnos del sufrimiento y avanzar hacia un estado de bienestar y plenitud. Hoy en Enphorma Psicología, vamos a analizar las claves de aprender a soltar, veremos las consecuencias de no hacerlo, cómo nos hacemos daño cuando nos aferramos a algo y también repasaremos cómo entrenar y practicar el "aprender a soltar", todos sus beneficios y las preguntas más comunes sobre este tema.
¿Cómo nos hacemos daño cuando nos aferramos a algo?
En primer lugar, nos hacemos un daño emocional. Nos aferramos a la idea de que necesitamos esa cosa o persona para ser felices y cuando desaparece, nos sentimos vacíos y perdidos. Nos hacemos daño a nosotros mismos porque solemos alargar demasiado tiempo ese sufrimiento, ese luto, limitando mucho nuestra capacidad de ser felices.
En segundo lugar, nos hacemos daño físicamente. El estrés y la ansiedad que provoca el aferrarnos a algo trae consecuencias negativas, como el aumento de la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los niveles de colesterol, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, el infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. Pero también nos producimos acidez estomacal, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento. Nuestro sistema inmunológico se debilita y mostramos más sensibilidad al dolor, lo que agrava los problemas de dolor crónico que ya tuviéramos anteriormente.
En tercer lugar, nos hacemos daño en nuestras relaciones. Cuando nos aferramos a alguien, puede ser difícil para nosotros mantener relaciones saludables, ya que nuestra dependencia hacia esas personas puede impedirnos amarlas libremente, lo que conlleva a relaciones tóxicas y desequilibradas.
En cuarto lugar, nos hacemos daño en nuestra autoestima y autoimagen. Cuando nos aferramos a algo que nos hace daño, podemos sentirnos frágiles, débiles y vulnerables. Lo que puede afectar nuestra autoestima y hacernos sentir como si no fuéramos capaces de manejar las situaciones comunes de la vida.
En quinto lugar, frenaremos nuestro crecimiento personal: ya que aferrándonos a lo familiar o a lo conocido, es más difícil que aparezcan nuevas oportunidades y experiencias de crecimiento.
En resumen, cuando nos aferramos a algo o a alguien, nos hacemos mucho daño porque limitamos nuestra capacidad de ser felices, nos exponemos a riesgos para nuestra salud física y emocional y somos más propensos a tener relaciones tóxicas y desequilibradas.
Beneficios de aprender a soltar
Aprender a soltar tiene múltiples beneficios para nuestra salud mental y emocional.
En primer lugar, nos permite liberarnos de gran parte del sufrimiento que acarrea separarnos o perder algo a lo que estamos aferrados. Aprender a soltar nos permite liberarnos de esa dependencia y encontrar la felicidad en nosotros mismos.
En segundo lugar, nos ayuda a vivir en el presente. Cuando nos aferramos a algo, nos enfocamos en el pasado o en el futuro, y perdemos la capacidad de disfrutar el momento presente. Aprender a soltar nos permite estar en el aquí y ahora y disfrutar de las experiencias que la vida nos ofrece.
En tercer lugar, nos permite ser más flexibles y adaptativos. Cuando nos aferramos a algo, nos resistimos al cambio y nos ponemos en una posición vulnerable. Aprender a soltar nos permite adaptarnos a los cambios de la vida y enfrentarlos con fortaleza y serenidad.
En cuarto lugar, pero no menos importante, aprender a soltar nos permite liberarnos de la culpa y la vergüenza. Cuando nos aferramos a algo que nos hace daño, nos sentimos culpables o avergonzados de no poder soltarlo. Dejarlo ir, nos permite liberarnos de esas emociones tóxicas y avanzar hacia un estado de autocompasión y aceptación.
Aprender a soltar no es fácil, pero es posible. Aquí os dejamos algunos consejos para entrenar y practicarlo.
Reconocer que tenemos un problema de aferramiento: El primer paso para aprender a soltar es reconocer que estamos enganchados a algo o a alguien, tomar conciencia de este problema.
Identificar lo que nos está aferrando: aquello a lo que estamos enganchados. Puede ser una relación, un objeto o una situación.
Examinar desde cuándo, ¿qué ha podido causarla?, ¿por qué? Y… ¿para qué nos puede servir esa emoción?. Trata de entenderla.
Aceptarla y decidir dejarla atrás: razona los pros y contras de seguir aferrado a esa emoción, persona o situación y decide. Convencernos y aceptar la realidad, si no aceptamos que debemos soltarlo, será difícil comenzar el proceso.
Expresar esa emoción por última vez a través de una carta, una meditación, o diciéndoselo a alguien.
Y dejar ir… enfocarnos en el presente y en las cosas positivas de nuestra vida.
Si no podemos conseguirlo solos, busquemos ayuda profesional: un terapeuta puede ayudarnos a comprender por qué te aferras a algo y a encontrar formas de soltarlo.
Otras preguntas comunes sobre el proceso de aprender a soltar
¿Cómo sé si tengo un problema de aferramiento?
Si estás enganchado a algo o alguien que está afectando tu vida de manera negativa, es muy posible que debas buscar ayuda para aprender a soltar.
¿Es posible aprender a soltar cualquier cosa?
Sí, es posible aprender a soltar cualquier cosa. Lo más importante es trabajar en ello de manera constante y tener un poco de paciencia para empezar a ver resultados.
¿Puedo soltar algo sin perderlo por completo?
Soltar algo no significa necesariamente perderlo por completo. Puede ser suficiente soltar el control o la necesidad de aferrarse a algo. Puedes aprender a soltar algo y aún mantenerlo en tu vida de una manera más saludable, cuando tú decidas y sin que te afecte negativamente.
Resumen de ideas
Aprender a soltar: dejar ir aquello que ya no nos sirve o incluso nos está perjudicando, (ya sean pensamientos, emociones, relaciones, objetos, situaciones..)
Al soltar, nos liberamos del sufrimiento y avanzamos hacia un estado de bienestar y plenitud.
Si nos aferramos a algo o a alguien, limitamos nuestra capacidad de ser felices, nos exponemos a riesgos para nuestra salud física y emocional y somos más propensos a tener relaciones tóxicas y desequilibradas.