En el capítulo 6 de ‘En el nombre de Rocío’, Rocío Carrasco relata cómo y cuándo su madre se enteró de que estaba enferma. Fue durante las galas de verano, tenía unos días de descanso antes de trabajar en las Colombinas (Huelva) y se marchó a Chipiona.
Allí empezó a encontrarse mal, comenzó a ponerse amarilla. Además, tiempo atrás, explica Rocío Carrasco que su madre se quejó de dolores fuertes en la parte del estómago. A continuación, llamó a su prima Ana Jurado, y ella a su vez llamó a un médico de Cádiz que la atendió. Le hizo unas pruebas y una ecografía, “y le dijo que se tenía que ir a Madrid”, cuenta.
Rocío Jurado le explicó al médico que lo iba a hacer, pero que primero iba a cantar en las Colombinas y ya después se iría. El médico le dijo que lo tenía que hacer de inmediato. Esto, unido a que cuando salió de la consulta la enfermera le deseó suerte, hizo que la cantante se diera cuenta de la gravedad de la situación.
Hicieron las maletas y al día siguiente se marcharon a Madrid en coche. En el hospital Montepríncipe le diagnosticaron un cáncer de páncreas. “Le dije a ese señor, eso qué significa”, cuenta Rocío Carrasco. "Que el 80% no sobrevive”, y "tonta de mí le dije ‘me da igual’, ella está en el 20% restante”, relata.
“Ella se hundió, pero no quería dar muestra delante de nadie de que estaba hundida”, cuenta. “Una cosa es lo que ella tenía dentro y otra era lo que transmitía”, explica Rocío Carrasco. Después, su madre decidió dar una rueda de prensa para contar lo que le estaba sucediendo y dio órdenes a toda la familia de que no dijeran nada, ella iba a ser la única encargada de hacerlo. Y así fue.
Tras la rueda de prensa, “habló con Ana Iglesias, que era su vecina y una de las personas en las que más confiaba, le pidió que llamase al notario y que se reuniesen en el despacho de Ana”, cuenta, “e hizo el testamento sin decir nada a absolutamente nadie".