El año 1992 fue crucial para Rocío Jurado. Ese año trajo dos importantes hitos a la artista: su espectáculo de Azabache en la Expo y el inicio de su relación sentimental con José Ortega Cano. Fue precisamente en ese espectáculo donde se dieron su primer beso.
Rocío Carrasco recuerda que ella estaba presente el día que el diestro acudió a Azabache. Su madre le avisó, muy ilusionada, de que él iba a acudir: “Yo no había escuchado el nombre de Ortega Cano en mi santa vida. Me dijo que se iba a sentar a mi lado, pero tampoco eché yo cuenta de quién estaba. Yo iba a mi bola”.
Unos meses después, pudimos ver en fotografías que ya sí que se conocían y que la relación entre ellos parecía ir de viento en popa: “Yo con José tuve siempre, y sobre todo al principio, una relación maravillosa. Nunca lo vi como un rival de mi padre”, relata Rocío.
“Lo vi como que era la persona que mi madre quería en ese momento. Él era un tío simpático, súper agradable, que le gustaba lo mismo que a nosotros: el cante, el baile… Yo me llevaba muy bien con él".