Los chanchullos de Juanjo en Estepona y la debilidad de Amaya ante los interrogatorios policiales hicieron que finalmente acabase en la cárcel. Después de su condena, Juanjo regresa al único sitio donde cree que puede empezar de cero: Peñafría. Sin embargo, lo encuentra muy diferente a cómo lo dejó.
El pueblo se había quedado vacío, así que Cándido promovió un plan de repoblación para que nuevos habitantes llegasen a la localidad soriana. Para ello, pusieron Internet en todo el pueblo y realizaron varias reformas para revitalizar Peñafría. Entre ellas crearon el 'Gran Hotel Peñafría', un hotel rural donde las personas que buscan relajarse y desconectar de la ciudad pueden encontrar su refugio.
Al descubrirlo, Juanjo pronto ve la oportunidad de volver a hacer negocio. Le propone a Cándido ser el gerente del hotel pero llega tarde: Laura está cumpliendo esa función. A Juanjo no le vale con la propuesta del alcalde de ser socios, así que pronto boicotea la gestión de Laura para intentar quedarse con ella.
Además, Juanjo ha llegado a Peñafría con su hijo y sin un duro, así que aprovecha la mínima oportunidad para conseguir que le dejen vivir de gorra en El Pueblo.