Una madre de un ex miembro de la banda de los Trinitarios cuenta su experiencia en 'El programa de Ana Rosa'. La mujer descubrió que estaban captando a su hijo con drogas y sexo con chicas de la banda.
La mujer explica cómo comenzó a darse cuenta de que estaban captando a su hijo: "Empezó a querer salir por una zona muy específica de Madrid y descubrimos algunas bandanas verdes en su habitación". Además, la madre declara: "Ese mismo día le preguntamos a qué correspondía y lo primero que hizo fue negarlo todo". La mujer comenta sobre el cambio de comportamiento de su hijo: "Empiezan a vestir diferente, empiezan a pedirte cosas que además tiene que ser algo muy determinado y en un momento muy determinado". Por otro lado, señala que encontraron "fotos, videos de gente con armas, con drogas, con todo eso...". La mujer declara que le preocupó mucho encontrar "una conversación específica con uno de los jefes".
La madre asegura que ese momento coincidió con que el chico empezó a "pedir más dinero del que habitualmente solicita un menor para salir con sus amigos". La familia se dio cuenta de que ese dinero era para "el pago semanal", unos "30 euros aproximadamente". La mujer asegura que la banda le decía a los chicos que "si no podían conseguir el dinero en casa, que lo robaran". La ganancias se repartían en un "50% para el jefe y 50% para ellos, incluso les mandaban a zonas específicas a realizar esos robos o hurtos".
En cuanto a qué sucede cuando uno de los miembros decide no seguir formando parte de la banda, la mujer explica: "La consecuencia inmediata es una amenaza, de 'vamos a ir a por ti, sabemos dónde vives.... Les amenazan con la familia, en su entorno de amigos, en el colegio...". Por otra parte, hace una petición: "Tenemos que quitarnos el prejuicio y estigmas de que esto son menores procedentes de familias desestructuradas. Somos buenas familias españolas y trabajadoras".
A día de hoy, el chico sigue teniendo miedo de las represalias: "No le dejamos salir en la zona ni con amigos que tengan algo que ver. Cuando le dejamos en el colegio, miramos para todos los lados. Es una intranquilidad horrible...".
Además, la mujer cuenta cómo era el mando principal de la banda: "Suele ser mayor de edad pero muy joven, de unos 18 o 19 años. Vigilan al grupo de menores para que hagan los delitos, para que no se les puede imputar". Además, añade: "Les dicen que vayan preparados, con armas, que cuando tengan que hacer una intervención que sea muy rápido y que salgan corriendo". Los menores reciben las instrucciones "súper directas, no se esconden de nada".
"Les ofrecen la pertenencia a un grupo y les intentan engatusar con las chicas", declara la madre. La mujer explica cómo lo hacían: "Daban el contacto del menor a determinadas chicas y ellas se ponían en contacto con ellos mandándoles fotos de los pechos, del culo, de sus partes íntimas. De hecho, ellas se ofrecen". Estas chicas "forman parte de la banda y también son menores".
"Suelen captarlos dándoles droga y también tienen a otros menores que hacen de hilo conductor", advierte la madre y comenta que es muy complicado negarse: "No tienen problema en colgar caras en las redes sociales o los perfiles de la gente a por la que tienen que ir".