Otras víctimas del presunto asesino de Erika, la niña de 11 años de Oviedo, cuentan sus experiencias en 'El programa de Ana Rosa'. Nuestra reportera ha conseguido ponerse en contacto con cinco mujeres que también fueron víctimas de acoso por parte del detenido, acusado de la muerte de la menor.
La autopsia del cuerpo de la menor descarta que sufriera ninguna agresión sexual y revela que recibió la primera puñalada en el cuello, seguida de varias en la espalda. Erika fue acorralada por su vecino y acuchillada en las escaleras de su edificio, donde vivía con su familia. Tras la agresión, el acusado la habría arrastrado hasta su casa, dejando un reguero de sangre en el rellano. Después, se había atrincherado en el baño donde procedió a autolesionarse hasta que llegó la policía, que se vio obligada a entrar en el domicilio a través de la ventana que daba a un patio interior. La pequeño murió en los brazos de uno de los agentes mientras que el presunto autor del crimen fue trasladado al hospital en estado grave.
Otra de las víctimas de Igor, el acusado, cuenta su experiencia con este individuo a través de una conexión telefónica: "Me dijo que era muy guapa y que si quería irme con él, pero me fui antes de que me siguiera hablando". Otras sufrieron asaltos en plena calle: "Iba por la calle sin más parando a chicas e intentó ponerle a una de ellas una bolsa de basura en la cabeza...".
Unas jóvenes nos cuentan en persona cómo vivieron la desagradable situación con este hombre: "Llegó pidiéndonos un cigarro le dijimos que no fumábamos y se alteró muchísimo". Las chicas continúan con su relato: "Nos amenazó, dijo que iba a matar a nuestra familia y a nosotras. Venía ebrio, nos llamó pijas de mierda. Estaba muy agresivo. Apretó la cerveza y se nos puso muy cerca de la cara". Por suerte, recibieron ayuda antes de que pasara algo grave: "La gente nos ayudó y llamamos a la policía". Las víctimas no pueden creer que las prácticas de este hombre continuaran: "Muchas chicas me hablaron diciendo que les había pasado algo parecido, teníamos impotencia de saber que ese hombre estaba suelto y nadie hacía nada".
Una mujer cuenta que se encontró "a este chico muy cerca" de ella mientras ella "estaba en el portal de su oficina a mediodía mirando al móvil". La víctima cuenta lo que le dijo: "Me preguntó si vivía ahí para entrar conmigo al portal. Justo apareció el portero del edificio y fue mi salvación". Además, cuenta lo que pensó cuando salió a la luz la noticia del asesinato de Erika: "No lo relacioné. Pero cuando salió su nombre y su descripción fue como un shock para mí porque podría haber sido yo". La mujer concluye: "Sientes rabia porque una persona que había sido denunciada tantas veces y que pudiese llegar a cometer un asesinato sin estar controlado ni nada pues...".
Estas chicas destacan la "comodidad" con la que Igor se desenvuelven en esas situaciones de acoso, siempre posicionándose muy cerca de ellas y "sonriendo", según la reportera que ha llevado la investigación.