Saray Montoya rompe su silencio y aparece en 'El programa del verano' para aclarar todos los rumores de la brutal agresión que recibió junto a su hija por parte de su cuñado y suegro. Los defensores de los agresores justifican el suceso alegando que recibieron amenazas e intimidaciones por parte de la víctima.
La entrevistada da la cara un día después de hablar con el juez para explicar todo lo que ocurrió en el peor día de su vida. Saray Montoya, con la voz destrozada, confiesa: "Mi hija no entiende como su abuelo y su tío nos querían matar, aunque la justicia diga otra cosa nos querían asesinar...".
"Esto viene de años, hay mucho odio, a mí no me va la vida que ellos viven, me alejé de ellos. Ellos siempre estaban con el tira y afloja, esto viene de mucho odio contenido", empieza comentando Saray sobre el origen del conflicto.
"Por muchas excusas que sus abogados pongan, que deben probar, no se puede tapar lo que está destapado, que es una agresión que casi nos cuesta la vida", reclama la víctima de numerosas puñaladas. "No puedo entender que personas de tu sangre te quieran matar, desde la posicion de mi niña", declara.
"Lo que han hecho no es de personas, no se justifica, por mucho que digan de que 'ellas vinieron', que eso lo tienen que demostrar... ¡no tiene justificación!", comenta Montoya. Además, tras imponer una orden de alejamiento a los acusados de 200 metros, Saray confiesa que "estoy más tranquila por la parte del fiscal y del juez, le debo la tranquiliad de mi casa".
Saray, que estaba explicando el suceso, comenta alterada: "Es que por mucho que demuestren que yo digo o dije, no tiene justificación de lo que han dicho". El aboado de los acusados explica que hay deudas económicas del marido de Saray a su hermano y padre, ella contesta: "Es falso lo de las deudas, pero imagínate por un momento que tu hijo te debe dinero, ¿es motivo para que vengan a matar a su nieta y su nuera?".
Además, el letrado apuntó a Saray con que ella portaba sus tijeras de costura con las que fue agredida. La víctima es muy clara con este asunto: "¿Yo a una casa de una mujer voy a llevar las tijeras de modista colgadas siempre? Eso lo tienen que demostrar".
Saray Montoya explica que el suceso no ocurrió en su casa, ella había ido a visitar a su tía a su domicilio para tomar un café junto a la familia. Entonces, de repente, sonó la puerta y ocurrió la "matanza". "Mi niña abre la puerta y le dan con el palo en la cabeza", añade.
"No puedes venir a una casa con herramientas blancas para agredir, la policía tiene las varas con las que vinieron, ¿a qué vas a una casa con palos?", matiza la víctima. Al ver a su hija en el suelo, Saray fue a la puerta a defender a la joven: "Voy y los empujo, veo a un montón de hombres, que no los conozco y reconozco a mi cuñado y suegro, se liaron a palos conmigo y mi niña, mi madre se lio a chillar,...".
"Sacaron unas tijeras y herramientas de matanza para meterme cuchilladas... él llevaba dos tijeras, mi niña le decía 'tito, no me mates a mi madre", explica Saray con la voz rota. La tragedia fue a mayores y el criminal atacó a su sobrina: "Luego le dio él una puñalada a mi niña en el pecho, ella seguía en shock y le pedía ayuda: 'Tito, dame ayuda".
La madre de Saray Montoya, que también estaba tomando café, se metió en la escena de la agresión y el cuñado la apuñaló: "Mi madre tiene la cara marcada". A partir de ahí, el agresor se ensañó con el cuerpo casi inconsciente de Saray en el suelo: "Empezó a darme puñaladas con las dos manos hasta que se quedó sin fuerzas, casi sin respirar...".
"Se cebaron, tras el apuñalamiento múltiple, los otros me daban palos, mi suegro dándome palos en la cabeza y los otros otros señores igual. Han hecho una matanza, diga su abogado lo que diga", termina diciendo la víctima.