Manuela Chavero desaparecía hace cuatro años en Monasterio, Badajoz, pero tras muchos meses de investigación y algunos sospechosos de por medio, en septiembre de este año, la Guardia Civil finalmente daba con el autor del crimen, Eugenio, vecino de la víctima que confesó donde se encontraba el cuerpo, aunque declaraba que la muerte fue accidental durante una discusión.
Ahora, la Guardia Civil vuelve a hacer un nuevo registro de la casa de Eugenio, la supuesta escena del crimen. Los investigadores analizan muy a fondo la vivienda del presunto autor del fallecimiento de esta mujer, aunque ya hicieron un primer examen para buscar pruebas biológicas, ahora vuelven a batir cada rincón para encontrar nuevas pesquisas que incriminen a este hombre, que sigue sosteniendo que todo fue un accidente.
Cruz Morcillo explica que en el primer registro realizado en la casa "fue una inspección ocular, lo que estaban buscando en ese momento eran rastros bilógicos, a ver si había quedado algún rastro después de cuatro años" y que ahora el juez ha dictado "un auto de un registro puro y duro, con autorización judicial y lo que dice literalmente es que: 'van en busca de elementos materiales o soporte informático que pueda ser de interés para la investigación".
La periodista explica que con anterioridad "lo que hicieron fue centrarse si había algún tipo de huella, de ADN, manchas de sangres" y que ahora "buscan un objeto concreto". Además, Cruz Morcillo recuerda "que los investigadores sostienen que la causa de que la abordara fue para que agredirla sexualmente, pero esto es muy difícil de probar en base a las pruebas forenses porque han pasado cuatro años". Ya que "tienen varios indicios, por ejemplo, como frecuentó a varias prostitutas, como tuvo algunas relaciones con otras mujeres extrañas y quieren buscar algo en ese sentido", concluye.