El Crimen de Oza-Cesuras sigue siendo investigado. Ya hay un detenido, el presunto autor del disparo en la nuca que terminó con la vida de Cristina. Los agentes que llevan recopilando pruebas desde que se cometiera el asesinato han llegado a varias conclusiones y el programa ha querido resumir en exclusiva cuales son esas pruebas: "Ante los indicios obtenidos hasta el momento, se considera lo suficientemente probada la participación de Alberto... como autor de un delito de homicidio y otro de tenencia ilegal de armas".
Los agentes ha llegado a esta contundente decisión por varios factores. Uno de los principales son las declaraciones de los múltiples testigos que narraban la huida del acusado: "Todos los testigos coinciden en una descripción común del presunto autor: varón de complexión gruesa, sin pelo en la cabeza y con un chaleco reflectante". Una descripción que encajaba completamente con el hombre que encontraron en las cercanías de la casa los guardias civiles que acudieron ante las llamadas de los vecinos: "Agentes localizan oculto en las cercanías de la vivienda a un varón que se identifica como Alberto y presenta una complexión gruesa y sin pelos en la cabeza".
Faltaba el chaleco, pero finalmente lo encontraron junto a otros objetos: "En una ubicación muy próxima se encontró una bolsa azul con un chaleco reflectante, guantes, una cadena, varios candados y un arma de fuego compatible con las heridas que causaron la muerte de Cristina, la munición encontrada en el arma es la misma que se encontró en el cuerpo de la víctima". Todas las pruebas apuntan a la culpabilidad de Alberto, pero la definitiva la dio su mujer en su declaración: "Declaró que su marido abandonó el domicilio no llevando consigo su terminal móvil, este aspecto se trataría de una medida de seguridad tomada por Alberto para intentar evitar ser involucrado en el crimen".