El crimen de Oza-Cesuras sigue en investigación y ahora son los testigos los que dicen que vieron al presunto asesino asaltando la casa de Cristina, la víctima, antes de que la ejecutarla con un tiro en la nuca. Además, están investigando los móviles de la víctima, de su marido y del detenido para saber por qué lo hizo.
El programa ha tenido acceso al atestado del asesinato de Cristina que ocurrió hace exactamente 7 días, en el que se conoce el testimonio de una de las vecinas de esta mujer que asegura que momentos antes de su muerte le escuchó pedir ayuda, tras esto se asomó a la ventana y vio cómo un individuo estaba persiguiendo a su vecina en las puertas de su casa. Momentos más tarde vio como ese mismo hombre se estaba encaramando hacia el tejado y segundos más tarde escuchó un golpe seco y fuerte, lo que los investigadores creen que fue el disparo, mientras la fallecida pedía ayuda, lo que alertaba a otros vecinos.
Tras este fuerte golpe parece que el agresor cayó desde lo alto del garaje, momento en el que se hizo daño, lo que corroboran los vecinos que se acercaron hasta este lugar que le vieron a un hombre obeso, que cojeaba y moverse de una manera muy torpe, por lo que forzó la verja y emprendió la huida. Los vecinos alertaron a la Guardia Civil, que minutos después de su huida encontraron al supuesto asesino y que tras esto sufrió una parada respiratoria. Ahora este hombre se encuentra ingresado en el hospital de A Coruña investigado por asesinato y por tenencia de armas. Los investigadores tienen la teoría que su objetivo era el marido de la víctima con el que si compartía relación, pero no lo entienden porque este no llegaba a casa hasta horas más tarde.
Otro dato importante que ha conocido el programa es que se ha conocido a quién pertenece el arma del crimen, es un agente de la Policía Nacional retirado, este arma la tenía custodiada en su casa, inutilizada, se la quedó como un recuerdo cuando se jubila y él la había echado en falta de su vivienda hasta la Guardia Civil se pone en contacto con él y no sabe como ha llegado a manos del asesino. Este agente asegura que el arma es suya, pero que no conoce ni tiene ninguna relación con el asesino.