'El programa de Ana Rosa' muestra las imágenes de Gaspar, una de las personas implicadas en el crimen de Manzanares, confesando y declarando ante todos los letrados dónde escondieron el cadáver y qué le dijo que hiciera Antonio Caba.
Gaspar, con el tono serio, empieza a relatar la historia: "A mí me mandó 'me puedes venir a recoger para llevar unos muebles a Valdepeñas que vamos a mudarnos a una oficina a la nave".
"Cuando llegué allí, tenía cinco o seis bolsas negras y un bulto bastante grande... era el cuerpo de una persona, liado en una manta", dice Gaspar con firmeza sobre lo que vio. Tras esto, los abogados le preguntan: "¿Sabe usted si le dijo que lo había matado de un tiro?". El acusado, de forma clara, sentencia: "Sí, de uno o de dos".
Sin embargo, el momento más duro de la confesión es el momento en el que Gaspar rompe a llorar. El abogado del acusado le pregunta: "¿Antonio le tenía de alguna amenazado?". El entrevistado, entre lágrimas, contesta: "Por supuesto que sí... lo que estoy haciendo hoy lo tendría que haber hecho el primer día".
Gaspar se dispone a contar toda la verdad de su versión y continúa: "Él tiene una finquita pequeña con almendros, había allí una habitación grande con una chimenea y ahí lo llevamos".
"Yo le ayudé a descargarlo y llevaba un líquido, llevaba lago que le prendió fuego y le echó leña", comenta el acusado. Tras esto, continúa diciendo: "Y las bolsas las llevamos a una finca y se echaron a un sondeo... un sondeo es un pozo entorno a 40 centímetros".
Sobre el poder que tenía Antonio sobre Gaspar, el acusado explica que "a partir de ahí me empezó a tener en sus manos". Luego, en cuanto a ayudas económicas, comenta: "Bueno, no sé si me dio 50 o 60 euros porque a veces yo estaba mal para gasoil".
Por último, Gaspar explica que Antonio debía dinero a la víctima: "Habían estado en Paraguay con la idea de montar un negocio, él me dijo que le debía dinero y que se lo estaba reclamando".