El crimen de Las Gabias es uno de los sucesos que sacudió la actualidad la pasada semana. Un hombre fue detenido por asesinar a su hermana, una mujer embarazada de ocho meses, y a su sobrino de tres años por movido por el odio y los celos.
Un asesinato que podría haber sido motivado por las tensiones que existían entre ambos por la herencia de su padre, que tenía una gran cantidad de terrenos. Una herencia que, de ser declarado culpable, no podría recibir.
Hay novedades en torno a este suceso, ya que el asesino fue detenido, llevado a prisión y las autoridades han decidido ponerle un preso sombra para velar por su seguridad. ¿EL motivo? El riesgo de que cometa un suicidio.
Al parecer, tal y como han comentado fuentes policiales, durante la reconstrucción de los hechos, el presunto asesino intentó quitarle el arma a uno de los agentes. Después, fue esposado y entró a prisión.
Está acusado de tres delitos, penados con más de cuarenta años de cárcel y en sus primeras horas ha contado con un preso sombra que vigila cada uno de sus pasos: “Es el protocolo habitual de cualquier persona que entra en prisión”, apuntaba Patricia Pardo.
La Guardia Civil detuvo al presunto autor de los hechos, el hermano de la víctima, quien habría asesinado a este miembro de su familia por la herencia de su padre. Según los detalles de la investigación, asesinó “con gran violencia” a su hermana y a su sobrino utilizando una lanza de hierro artesanal.
El crimen estaría grabado por unas cámaras, en las que se podían escuchar los gritos de la mujer asesinada: “Sin discusión previa, primero le clava la lanza al niño, después a su hermana en el vientre donde está el feto y, luego, se lo clava directamente a ella”, explicaba el martes pasado el periodista Luis Rendueles en ‘El programa de Ana Rosa’.