'El programa del verano' muestra en exclusiva las nuevas pruebas que existen en el caso de la muerte de Esther López. Todos los indicios inculpan a Óscar, pero ahora existen unos datos científicos que confirman que la víctima estuvo en el maletero del vehículo del investigado.
Para comenzar el relato de indicios, Alfonso Egea empieza su presentación con la imagen del día posterior a la desaparición de Esther López. Unas cámaras de seguridad en Valladolid captan al Volkswagen que tiene Óscar, mismo modelo y color, en dirección a un lavadero. Pese a que no se reconoce la matricula, los agentes señalan al acusado porque además "a esa hora el teléfono de Óscar está ubicado en esa zona. El coche va a un lavadero, es un lavadero en la otra punta de Valladolid que él no suele frecuentar".
"Sabemos que Esther López, horas antes de grabar esta imagen, cuando murió sangró porque ella tenía una herida muy importante y profusa en la frente por la que sangró. Ella sobrevivió a un atropello, su cuerpo estuvo emanando restos vitales como saliva y sangre...", dice el periodista ante la audiencia.
Con todos los datos sobre la mesa, los agentes realizaron una inspección técnico-ocular del vehículo para saber si existen restos de la fallecida en el maletero de Óscar. 'El programa del verano', gracias a Alfonso Egea, detalla los resultados de esta investigación: "En el maletero, la policía ha conseguido aislar restos de ADN de Esther López, pero no todos son iguales".
El periodista explica que en el "lateral derecho del maletero, sobre la moqueta, y esto es muy importante porque no es en la embocadura sino bien dentro del maletero, hay un resto indubitado de ADN de Esther López". Además, Egea continúa detallando: "También hay unas manchas que se tomaron".
"Hay otro resto de ADN en el maletero que está mezclado con el de Óscar, a ese resto la investigación no le quiere dar excesiva importancia porque un resto mezclado puede ser una transferencia, como el hecho de dejar una chaqueta en el maletero", explica el periodista ante toda la audiencia. Sin embargo, Egea hace hincapié en la anterior prueba: "Pero el de Esther está solo, está indubitado. De hecho, los investigadores creen que gracias a ese resto pueden saber en qué posición estuvo Esther López en ese maletero".
Por otro lado, hay "otro resto de ADN en la parte superior de la chaqueta de Óscar", aunque el periodista quiere restar importancia porque podría detectarse con un simple abrazo. Lo que sí tiene claro es que existe un claro relato con evidencias científicas e indicios que señalan a Óscar.
Por último, para fijar más el foco sobre el investigado, Alfonso Egea muestra las imágenes de Óscar en las que miente a la jueza. La letrada, sabiendo que los investigadores iban a realizar un informe técnico-ocular del maletero del vehículo, pregunta al acusado si estuvieron sentados en la parte del maletero y éste sentenció con rotundidad: "Es imposible porque yo el maletero no lo he abierto".