'El programa de Ana Rosa' explica cómo son las bombas que Putin deja caer sobre Ucrania. El armamento altamente destructivo acosa las ciudades ucranianas con el objetivo de acabar con la capital, Kiev.
Álvaro López explica cómo actúan las desbastadoras bombas que utiliza el ejército ruso: "Las bombas de racimos se lanzan de un avión a unos 800 metros de altura". El periodista continúa: "Gira sobre un eje para que unas 200 mini bombas tocan el suelo y pueden alcanzar hasta radios de unos 200 metros". El poder destructivo de estas bombas podría llegar a matar a miles de personas e incluso serían capaces de perforar los vehículos blindados del ejército ucraniano.
Muchos observadores internacionales señalan que Rusia podría estar utilizando también la que se conoce como "madre de todas las bombas", las bombas termobáricas. Se trata de armamento "cargado con combustible y oxígeno, que se expulsan desde paracaídas desde el cielo". Antes de llegar al suelo, estas bombas sueltan una gran carga para esparcir ese combustible antes de detonar. Entonces se produce un "vacío que provoca una gran explosión con efectos devastadores".
El periodista explica las consecuencias de estas bombas: "Se alcanzarían temperaturas de unos 3.000 grados, los efectos serían capaces de penetrar en los búnkeres o refugios antiaéreos donde se esconden miles de civiles". Además, añade: "Puede provocar la muerte por asfixia y calcinación".
Por su parte, Putin ya ha amenazado a Europa en varias ocasiones con comenzar una guerra nuclear. Álvaro López asegura que "hay pocas posibilidades de que haya una guerra nuclear" tras escuchar las palabras del ministro de exteriores de Rusia. En su poder, el país del Este de Europa tendría una 12.700 cabezas nucleares, son básicamente para crear un efecto disuasorio". Aún así, el periodista comenta sobre el desastre que podría provocar: "El poder destructivo sería tremendo, morirían unas 2.600.000 personas en tan solo tres horas. En 24 horas, morirían 90 millones".