El vulcanólogo Raúl Pérez cuenta en 'El programa de Ana Rosa' cómo se produjo la evacuación de científicos El grupo de técnicos del CSIC se encontraban estudiando en la zona de la 'bombilla', cercana a la segunda lengua del volcán canario.
Los científicos que estaban investigando el movimiento de la nueva colada iban equipados con unos drones con cámaras térmicas que obtenían imágenes termográficas de los tubos de lava. Mientras trabajaban se percataron de un importante descenso de los niveles del aire: "La calidad del aire está empeorando".
En sus estudios observaron que el ambiente se llenaba de un "humo amarillo" hacia su zona cuando finalmente escucharon las sirenas de evacuación: "La presencia de oxígeno estaba disminuyendo, probablemente por la presencia de otro gas que lo desplazaba". En ese momento, les informaron por radio que la colada se estaba desplazando lateralmente de manera inesperada.
Los técnicos no se vieron en peligro gracias al equipo que llevaban y al mantenimiento al que lo someten. Los expertos contaban con máscaras de protección contra gases orgánicos como dióxido de azufre. Siempre se acercan el menor tiempo posible a las zonas con más riesgo y actúan con mucha prudencia.
Este suceso constituye una nueva experiencia para los técnicos, que aseguran que "nunca nos había salido un volcán debajo de los pies", pero que venían preparados tras trabajar mucho tiempo en zonas activas como los volcanes de México.