'El programa de Ana Rosa' entrevista en directo a Kyrylo Tomasenko, un ucraniano residente en España que no dudó en acudir a su país para defenderlo de la invasión rusa. El hombre, que tiene mujer e hijas, comenta cómo ha sido su sufrimiento en días de guerra y pide ayuda a todas las instituciones para que este conflicto se solucione cuanto antes.
Kyrylo cuenta que no se lo pensó dos veces el ir a Ucrania. Rápidamente hizo las maletas para dejar atrás su negocio, mujer e hijas en Altea, lugar donde reside, para coger un coche que le llevara hasta Berlín y allí un tren que lo acercara a Polonia. Un duro camino en el que veía cómo muchos refugiados intentaban salir y él accedía de forma voluntaria para defender con el resto de los varones ucranianos el honor de su pueblo.
El entrevistado, todavía emocionado, cuenta el motivo de su regreso a España: "He vuelto porque desgraciadamente mi mujer ha tenido un accidente, pero estoy haciendo muchos viajes". Y en cuanto al origen del problema, Tomasenko es claro: "Para mí la guerra empezó en 2014 porque soy de Donetsk, es una ciudad que fue invadida por Rusia y pasó el referéndum".
Uno de los momentos más duros que vivió el entrevistado fue el momento en el que él accedía a Ucrania y miles de mujeres y niños salían de allí: "Dos voluntarios nos ofrecieron un coche para llegar y nos llevaron por la noche a Berlín... de ahí comenzó el viaje a Polonia, me recogió mi amigo, que con su coche cruzamos la frontera. Había muchísimas colas de gente que querían salir, llevaban días, era 2 de febrero, la gente de los pueblos les llevaban comida...".
Los colaboradores le pregunta por su experiencia en Fuerzas Armadas y Tomasenko se confiesa: "Nunca había hecho servicio militar, pero tenía un arma y sé trabajar con varias... pero si lo necesitas, lo necesitas. Nosotros al llegar no nos mandaron directamente a las casas, estábamos en la segunda línea haciendo reconocimiento aéreo, tienen muy en cuenta el factor humano".
Sin embargo, el momento más difícil de la entrevista es cuando Kyrylo desvela lo que fue más duro de ver: "Los niños, las miradas... gente que son civiles y no pueden hacer nada con la situación. Lo más fuerte con los niños es cuando encuentran la tumba de su mamá que ha sido enterrada por sus hijos, nosotros pasamos por ahí, el niño me pidió una lata de atún y la puso encima de la tumba porque su madre se murió de hambre... fue horrible".
Kyrylo, muy resentido con la situación, habla de España: "Yo agradezco mucho a la nación española, pero ha pasado mucho tiempo... estos ocho meses eran críticos para no perder más vidas". El ucraniano habla de necesidades que no se cubrían cuando estaba en el frente: "Drones, esta guerra es una guerra tecnológica. Nosotros necesitábamos aparatos que puedan detectar al enemigo, cámaras de visión térmica..."
Por otro lado, Tomasenko, totalmente emocionado, confiesa: "Ahora estoy bien, pero los tres primeros meses te llegan 'flashbacks', en el momento en el que te paras a pensar, te llegan compañeros, éste ya no está... pero bueno, psicológicamente tendremos que echarle tiempo y con el tiempo se recupera".
El ucraniano habla de Volodímir Zelenski, líder actual de su país: "Yo creo en él. Creo que ama a su país y es un tío que realmente puede con esto". También, habla sobre el fin: "Yo creo que para que acabe la guerra tiene que haber un perdón arrepentido". Por último, habla de la situación actual: "Es muy fuerte ver a los niños separados de sus padres con el horror en los ojos, hay más de 36.000 niños han sido forzosamente llevados a Rusia... la unión hace la fuerza y solamente unidos vamos a poder vencer esto".