El pasado 27 de diciembre arrancó la campaña de vacunación del coronavirus en España y ya se han dado las primeras incidencias en este proceso. Además del retraso que registró Pfizer por un problema con la congelación de las vacunas, en la primera semana del reparto de las mismas a las comunidades autónomas, Madrid sólo ha inyectado el 6% de su partida y, Cataluña, el 13%.
Por otro lado, aunque la mayoría de la población española ha mostrado su voluntad de recibir esta vacuna gratuita pero no obligatoria, ha habido residencias que se han negado a vacunar a sus ancianos y, por ello, el programa se ha preguntado qué es lo que ocurre si alguien se resiste a vacunarse en nuestro país.
El Ministro Salvador Illa, que dejará su cartera para ponerse al frente del PSC de Cataluña, ya anunció que, aunque todo el mundo va a recibir su cita para vacunarse según sea su grupo de preferencia, la vacuna es voluntaria y no obligatoria. Sin embargo, la ley 3/1986 de Salud Pública sí puede darle al Ejecutivo el arma para obligar a vacunarse a todos los ciudadanos, si ello es preciso para mantener el "control" de una pandemia sanitaria.
Hay otros países, como San Marino, en los que el Gobierno ha decidido que, aquellos que se nieguen a ponérsela, se pagarán su propio tratamiento si, finalmente, se contagian de la infección que ha paralizado al mundo. En Italia, la vacuna de Pfizer también será obligatoria, a la espera de que se apruebe la versión de Moderna.