Tamara e Íñigo Onieva han reaparecido juntos en un evento público por primera vez, tras confirmar que de nuevo se han comprometido. Ha sido en la Mercedes Fashion Week de Madrid donde la hija de Isabel Preysler presentaba su nueva colección de ropa.
‘El programa de Ana Rosa’ ha conseguido hablar con Tamara, y ella ha explicado muy relajada todos los motivos por los que la relación va tan bien: ‘’Íñigo se está implicando un montón, que al parecer la mayoría de los novios pues pasan’’. Además, entre risas dice que ha aprendido que ‘’el metaverso no está tan lejos’’.
‘’Había una parte que necesitaba ser sanada, que la hemos hablado. Yo realmente lo sentía así y creo que ha habido un cambio de planteamiento, que era muy importante para que esto pudiera tener un futuro y yo creo que al final estamos trabajando los dos en ello y estamos viviendo un momento muy bonito’’, explica la hija de Isabel Preysler sobre cómo llevan la relación.
Tamara ha admitido ante las preguntas de los periodistas que Íñigo ‘’no está saliendo mucho’’ y reconoce que ‘’es una gozada que su trabajo no sea la noche’’.
Ha aprovechado además, para hablar sobre el lugar de la boda: ‘’ La ceremonia estamos en ello, pero la celebración cien por cien es en ‘El rincón’. Me hace mucha ilusión porque es una forma de que mi `padre este allí presente’’. Ha contado también que su madre está muy contesta: ‘’Esta super contenta porque además me ve a mi emocionada, no me para de intentar colar invitados, le decimos que no’’.
Respecto al tema de los invitados a la boda, la pareja, al parecer, no quiere invitados de más, quieren hacer una boda reducida. Íñigo ha puesto una condición a sus amigos: los amigos invitados solo pueden acceder al enlace con su mujer o prometida, nada de novias. La decisión la ha comunicado Íñigo y es una decisión propia.