Pepe Rodríguez lleva toda una vida dedicándose al mundo de la cocina. Como él mismo contaba durante la entrevista, empezó como camarero ayudando a sus padres en el restaurante familiar que tenían, llamado 'El Bohío'. Un día y accidentalmente, Pepe pasó a estar dentro de la cocina de este restaurante, cosa que admite que se le daba infinitamente mejor que ser camarero.
'El Bohío' es el restaurante al que la familia de Pepe Rodríguez le ha dedicado toda una vida. Este sitio ha sido el sustento económico de la familia y ha tenido un gran éxito. En 1999 recibió una estrella Michelín que lo hizo más famoso aún en Illescas, Toledo.
Carlos Sobera empezaba diciéndole a Pepe, que le han contado que en su restaurante es muy habitual que la gente se pida matrimonio, por su parte, el cocinero lo admitía y aseguraba, que hay muchas parejas que van allí a eso y que incluso él es el encargado de entregar en anillo de pedida. Y es que durante los más de 50 años que lleva abierto 'El Bohío', Pepe Rodríguez asegura que ha acumulado millones de anécdotas. Carlos Sobera, al comentar que le habían hablado de una anécdota con: "¡El rey emérito!" , rápidamente Pepe le respondía: "Esa es muy buena".
Pepe Rodríguez nos explica la llamada del Rey Juan Carlos y nos pone en situación: "11 de marzo, fiestas de Illescas, con el restaurante hasta arriba de gente, recibo una llamada de alguien que dice ser el Rey y no me lo creo, contesto a la llamada y me dice que quiere una mesa para dos y para hoy, yo creyendo que era Carlos Latre haciéndome una broma para la radio o así, le digo que no puede ser, que estamos llenos y es imposible. Aún así le digo que si no puede ir a mi casa particular pero me dice que no hace falta y colgamos el teléfono". Al rato llama a Pepe, el Presidente de la Academia Española de Gastronomía y le dice, "¡cómo no le das de comer al Rey Juan Carlos!" y Pepe sorprendido porque finalmente se daba cuenta que era el Rey, le contesta: "De todas formas, no podía hacer nada, no iba a levantar a alguien que tuviera su reserva".
Hasta este momento, Pepe Rodríguez nos cuenta, que todo se había quedado ahí pero no sabe cómo un día yendo al banco a arreglar unos papeles le pasa algo muy gracioso. Dentro de la sucursal, un señor se le acerca y le dice: "¿Es verdad que no le diste mesa al Rey?", Pepe le responde: "Pues sí, es verdad" y el señor le contesta: "¡Pues me parece muy bien!".