La segunda entrega de 'El musical de tu vida' ha tenido como protagonista a la gran Lolita Flores. La artista ha hecho un recorrido por los momentos más importantes de su vida y ha recibido numerosas sorpresas a lo largo de la noche. Pero, cuando creía que todo había terminado, hemos conseguido sorprenderla una vez más.
El último número musical había terminado y, aunque todo parecía apuntar a que el programa llegaba a su fin, aún quedaba tiempo para que Lolita alucinara una vez más. Entre los actores han aparecido uno a uno todos sus compañeros del teatro: "¡No me lo puedo creer!", ha dicho echándose las manos a la cabeza.
Ellos son Jesús Cimarro, Luis Luque, Magüi Mira, Juan Fernández, Sandra Blázquez, Elena Lázaro y Javier Zaparriel y han conseguido que Lolita haya terminado literalmente por los suelos: "Me tiro al suelo, ¡la madre que os parió!", ha dicho muy emocionada para ya no dejar de llorar hasta el final.
Y es que se han desplazado hasta el teatro para transmitirle un mensaje muy importante: "Buenas noches, Lolita. Buenas noches, Carlos. Buenas noches al público. Estamos aquí para homenajearte y para darte las gracias por lo gran artista que eres, por lo gran actriz que eres y, sobre todo, en mi lado, en el mundo del teatro, porque vamos a estrenar un nuevo espectáculo que podrán ver por toda España. Disfrutaremos contigo, con tu arte. Pero sobre todo contigo, Lolita Flores".
Aunque apenas podía hablar, Lolita no ha dudado en reconocerles lo que también ella siente por ellos: "La vida del artista no solamente es la vida del escenario. Hay una vida detrás. Una vida de llegar tarde, de llegar antes de tiempo, de venir llorando, de no tener ganas, de tener muchas, de ser no solamente tus productores, tus directores, tu mánager... No. También son seres humanos, también tenemos nuestros roces. Y te entienden y vienes enamorada y con desamor, con fiebre, sin fiebre... Y ellos también vienen con esos problemas", ha comenzado.
"Ahí, detrás del escenario, antes de salir cagada, tienes las manos de ellos, tienes los besos, las alegrías, el empujón... Y sobre todo el compartir no solamente los aplausos, si no una vida, día a día".