El objetivo era de ayudar a Carmen a encontrar a su hijo. La policía consiguió incluso convertirse en la profesora de árabe de Lila, hija de Ulahabi, para tratar de averiguar algo sobre el paradero de Pablo. Después de muchos avances, consiguen enviar un vídeo a Pablo y tras verlo este se hace muchas preguntas que habla con su madre.
“Pablo, hijo, soy mamá. Bueno, Carmen, tu madre. Espero que no me hayas olvidado, mi vida. No sé qué es lo que te habrán contado, pero no he dejado de buscarte ni un solo día desde el momento en que te arrebataron”, comenzaba diciendo Carmen en su vídeo, en el que añadía: “Te quiero, no te he dejado de querer ni un solo día, mi amor”.
Él decide preguntar a su madre si le secuestraron porque al ver la cara y la voz de Carmen en el móvil siente que algo hay de cierto. "Quizá estás confundido, cuando viniste a vivir con nosotros eras muy pequeño, estabas muy asustado, ni quisiera pedias llorar, pero te hemos dado nuestro amor y te has convertido en nuestro hijo", le dice su madre, pero él lo tiene claro: "Quiero hablar con ella, quiero verla en persona".
Aunque afirma que ha sido muy feliz con su familia, "necesita saber quién es", su madre le apoya con esto: "Claro que sí, pero no te precipites, no me apartes de tu vida porque yo no podría soportarlo". Pero lo que no sabe es que Carmen ha recibido una llamada para que, siguiendo las instrucciones de la persona que se pone en contacto con ella, que tiene que ver con el padre adoptivo de Pablo, para decirle que tendrá la posibilidad de juntarse con él, ¿pero será esto posible?