El equipo de ‘Desapariciones’ lleva semanas trabajando en un doble caso, el de la desaparición de dos mujeres en los alrededores de un pantano en Peñagrande. Los coches de ambas aparecieron abandonados, abiertos, con todas sus pertenencias y hasta con las llaves puestas.
Sebas y Azhar se desplazan a diario hasta el lugar de los hechos con el objetivo de avanzar en la investigación. Allí están contando con la ayuda de Luz Castro, una policía en excedencia que vive en la zona.
Ha sido durante una de las jornadas que Sebas compartía con Castro cuando ha recibido una inesperada llamada: “No jod**”, reaccionaba. “Mándame la ubicación”. Un nuevo coche había aparecido abandonado.
Sin pensárselo dos veces, Sebas se ponía manos a la obra: una vez más, el coche estaba abierto. El bolso de la propietaria reposaba en el asiento del copiloto y todas sus pertenencias se encontraban dentro.
Pero esta vez han localizado algo que nunca antes habían visto. A punto de terminar la primera exploración, Sebas se detenía en el manillar interior de la puerta del copiloto: “Creo que esto es sangre”, ha anunciado.
El vehículo pertenece a una mujer llamada Hortensia Vidal y la científica ha confirmado que, en efecto, las manchas localizadas son manchas de sangre.